lunes, 30 de octubre de 2023

Aguacero

 


Chaparrea sin contemplaciones desde primera hora de la mañana. A cada paso tropiezo con los siguientes ciudadanos: el que lleva apoyado el paraguas en el hombro y se siente cómodo, la que colecciona ojos de transeúntes, el que habla con el móvil quejándose de lo mal que se camina y sujeta el paraguas con la oreja libre impidiendo el paso, el 0’1% de personas que usa abrigo con capucha y se la pone (y no ve bien), el 0’1% de personas que usa abrigo sin capucha y se sube el cuello del abrigo para cubrirse la cabeza (y no ve bien), el que corre los cien metros lluvia outdoor, el que se ha plantado en medio de la acera para charlar con un amigo, los que caminan juntos muy despacio bloqueando el paso, los que no caminan juntos pero bloquean el paso, la angustiada madre de dos criaturas una de las cuales va en carrito y no puede pasar pese a llegar tarde al colegio…

Uno de los dos carriles de la calzada está cortado por obras a la salida de un semáforo. La vía libre es ansiosamente ocupada por los muchos conductores que pugnan desde ambos carriles antes del corte. Hay pitidos y alguna blasfemia supera las ventanillas cerradas para alegrar la jornada en horario escolar. Una furgoneta de reparto efectúa una maniobra que he visto en Misión: Imposible IV para colocarse atravesada. El del patinete y el de la bici se las ven felices pero el operario que corta el carril es implacable y su mirada acojona. Se detienen. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/aguacero_146122_102.html?fbclid=IwAR03m-LqUyQCPuvnP2sKfISVt90ZP59NUXui3hdn6lPrVMi8FhGFuSgw5k8

    (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 29/10/2023)

domingo, 22 de octubre de 2023

Antisemitismo y obviedades

 


En los años de mayor actividad de ETA había gente que identificaba a cualquier vasco con un etarra. Esa línea de pensamiento (o de enajenación) conduce a Israel a arrojar su furia sobre niños, ancianos y civiles desarmados. Vivimos una época en que las obviedades implican demasiado a menudo avisar primero y argumentar después. Procedamos. Parece llegado el momento en que cualquier ciudadano informado y neutral se haya percatado de que la respuesta a un ataque terrorista (tan execrable y violento como puedan describir las palabras) no puede ni debe ser el bombardeo indiscriminado de un territorio donde la población civil se apiña sin lugar seguro donde refugiarse. Parece llegado el momento en que condenar aquella insensata barbarie y esta bárbara insensatez no sea considerado incompatible ni partidista.  

 Cuando se sepa quién arrojó un mortífero proyectil sobre un hospital de Gaza y la dimensión de esa masacre, esa información no cambiará mucho la situación: existe un grupo terrorista tan condenable como otros o más y existe un Estado que desprecia el Derecho Internacional, las resoluciones de la ONU y los llamamientos a la cordura y la humanidad para encerrar, oprimir y, ahora, bombardear a dos millones de personas. Si no fuera por las connotaciones que tiene para el pueblo hebreo se diría que han convertido esos 300 km2 cuadrados (algo más que el municipio de Ponferrada) en un inmenso campo de concentración. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/antisemitismo-obviedades_145721_102.html?fbclid=IwAR3G4CiDIEmFCmjpqLPkpYsw2hiQFsh3NVvlrgLwlftUMoNc8VYf1kkxHO0

    (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 22/10/2023)

lunes, 16 de octubre de 2023

Amnistía e hispanidad

 

 


La queja sobre España y la interrogación sobre su esencia y existencia, sobre si cabe distinguirla o extinguirla, es un topos común a la historiografía, la literatura y la pedantería política. La narración asociada a ese lugar común, sin embargo, ha ido mermando, como todo discurso moderno, hasta alcanzar la extensión de un tuit o, en la mayoría de los casos, la sola y categórica mención del nombre “España” como un abracadabra que todo lo justifica y perdona. Demasiada gente sacude, esgrime, mienta o jura la bandera para encontrar una solución: ¡cómo no haberse dado cuenta! Lo de romper España riza el rizo. España se viene rompiendo desde antes de existir, tenemos un país de rompe y rasga rutinario. Incluso antes de que nos pongamos de acuerdo sobre en qué consiste, si es quebradiza o maleable, si los conceptos se fragmentan o, simplemente, mudan o qué podría hacerse con los pedazos, España se rompe como un rompecabezas cuando lo alzas.

La hispanidad es otra noción blandita, prueba de que la historia amnistía a menudo con magnanimidad de alzhéimer. Pese al frufrú de los desfiles, los improperios bocachanclas y las manifas en contra, a la mayoría de los ciudadanos nos importa sobre todo que el 12 de octubre no caiga en fin de semana y haga buen tiempo. Quizás sea porque cada vez que se rompe España no nos enteramos o nos toca el trozo malo, ya es casualidad. O tenemos que pagar las grapas. Luego dirán que estamos mal ubicados, que lo merecemos, pero en las resquebrajaduras de España cabe un montón de gente. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/amnistia-hispanidad_145308_102.html?fbclid=IwAR1oSurC_dH9D0UV8GZR-Ud6p0Zadogh2mr-LvYFznO85vcX1SOiWhp4t-4

    (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 15/10/2023)