domingo, 27 de marzo de 2022

De campo y de ciudad

 


En una época tan maniquea, fabricante orgullosa de supuestas identidades antagónicas, se construyen y ahondan dicotomías cada vez más abruptas. Una de las más absurdas es la que encara el campo a la ciudad, o “el campo” a aquello que no lo es. Hace de ambos espacios una trinchera en lugar de un mismo paisaje transformado por mano del ser humano y a su conveniencia. Y en peligro, en los dos casos. Se proponen, además, actitudes y soluciones contrapuestas para cada uno de ellos como si se tratara de dos mundos distantes y autónomos cuyos intereses chocasen fatalmente. Esa falacia no debería colar.

Los problemas más graves que afrontan campo y ciudad, es decir, los lugares en que se desarrolla nuestra vida, son tan comunes que requieren soluciones compartidas. Cambio climático y ecología han alcanzado las dimensiones de mayores retos de la humanidad en su conjunto y han de implicar a cuantos habitamos las dos caras de la misma superficie. Compartir los cambios, sacrificios y privaciones a que sin duda habrá que llegar es el principal reto y la primera cuestión a entender por todos. También en ese contexto han de tratarse tesituras críticas como la actual. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/de-campo-y-de-ciudad

       (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 27/03/2022)

Homo postsovieticus

 


En “El fin del Homo sovieticus” (2013), el libro de Svetlana Aleksiévich que reúne entrevistas a sus compatriotas acerca del hundimiento de la URSS, la gente con edad suficiente repite una pregunta que, con diferentes variantes, puede resumirse así: ¿cómo pudo suceder así, “como si nada”? Les turba que cayera un régimen cuyos casi setenta años transformaron el mundo hasta hacerlo irreconocible, cambiando sus vidas y mentes y acabando con millones de sus compatriotas sin que su conclusión supusiera una catarsis, un clímax o una tragedia al mismo nivel que sus inicios y gran parte de su historia. A los más ancianos les deja estupefactos que después de tanto sufrimiento, incluso de derrotar a Hitler, como se encargan de recalcar, después de todo finalmente los blancos ganaran a los rojos sin derramar una gota de sangre o provocar un acontecimiento más memorable que una trifulca en el centro de Moscú. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/homo-postsovieticus

      (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 20/03/2022)

Cuna de otro parlamentarismo

 


Da igual que uno tenga años y haya visto cosas, de las que se creerían o de las que no. Da lo mismo que en el fondo uno esté seguro pero se niegue a dar el brazo y la ilusión a torcer. Una ingenuidad a prueba de carros blindados se interpone entre lo que sucede y lo que debería suceder. Como cuando a uno le pronostican una enfermedad grave y en primera instancia supone que no va con él, que no será para tanto, que se han equivocado y en breve nos anunciarán el error. La fase de negación, de no aceptar lo que ha de suceder se impone como cabezazos contra un muro de hormigón. Hay un doctor Frankenstein que nos tranquiliza sobre cómo saldrá el experimento y un monstruo que acaba por despertar. Y aunque parezca lo contrario, el doctor acaba por ser el fenómeno, pues sin su criatura sería otro desconocido médico, pero gracias a ella el mundo espera a un monstruo con su nombre. Necesitamos una terca y deforme realidad para admitir cuán bueno hubiera sido un mundo de honestos doctores. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/cuna-de-otro-parlamentarismo

      (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 13/03/2022)