domingo, 24 de mayo de 2020
Presencias y obsolescencias
Uno de los rasgos característicos de las industrias del ser humano consiste en la aceleración de la obsolescencia. Cuanto más avanzamos en el tiempo, menos duran las cosas que fabricamos. Suelen ser más complejas, por supuesto, pero nos sirven durante mucho menos tiempo. Un teléfono móvil es el resultado de una tecnología asombrosa que nos permite hacer cosas que creíamos magia hace pocos años, pero apenas se amoldan a nuestro bolsillo y necesitamos otro. De repente no sirven y su reparación cuesta más y tiene peores resultados que adquirir algo nuevo: está concebido para caducar. Se llama obsolescencia programada, y no es como la caducidad natural de una fruta o una verdura, sino que está decidida por nosotros, sus creadores. Famosa es la existencia de una bombilla en Norteamérica que lleva encendida más de un siglo. Se pueden fabricar, pero no renta. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/presencias-y-obsolescencias
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 24/05/2020)
lunes, 18 de mayo de 2020
El museo vacío
Apasiona lo insólito. A lo ajeno, a aquello que no nos
dedicamos, suponemos atributos extraordinarios, comportamientos únicos,
actitudes heroicas. Por el simple hecho de ser distinto o desconocido no puede
ser tedioso o cotidiano. Debe tener mítica y mística. La epopeya del trabajo en
la mina, en el hospital o en el frente de guerra está escrita por quienes, en
el mejor de los casos, han visitado de forma fugaz un tajo, unas urgencias o
una guerra. Ningún minero, sanitario o soldado canta las glorias de sus propios
trabajos sino que, a la mínima ocasión, los aborrecen o banalizan y se limitan
a reclamar más medios y una mínima seguridad. El mito se relata desde fuera,
como se contempla una tormenta desde la ventana para convertirla en literatura. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/el-museo-vacio
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 17/05/2020)
lunes, 11 de mayo de 2020
El dilema, al fin
He visto a los peores cerebros de mi generación hacerse con los
gobiernos más populosos. Tres de esas mentes tan representativas de esta época
coinciden en su análisis sobre la epidemia y sus víctimas. Trump: “los accidentes
de tráfico son muchos más que cualquier número de los que estamos hablando. Eso
no significa que vayamos a decirle a todo el mundo que no conduzca más”. Díaz Ayuso:
“no podemos prohibir los coches porque haya accidentes de tráfico”. Bolsonaro: “¿Algunos
van a morir? Van a morir, lo siento. Así es la vida. No se puede detener una
fábrica de automóviles porque hay accidentes de tráfico”. Al principio, un poco
a la ligera, uno cree que se trata de la estulticia que se les atribuye,
aquella con la que los minusvaloramos tan equivocadamente. Pero tanta
coincidencia escama, delata el intríngulis: existe otra vía para afrontar esta
crisis sanitaria. No hacerlo. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/el-dilema-al-fin
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 10/05/2020)
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