domingo, 24 de abril de 2022

Libros e ilustración: una antigua pareja

 


Cuenta Muñoz Machado, director de la Academia, en su reciente libro sobre Cervantes, que en el contexto de la recuperación de la figura del “regocijo de las musas”, tan relegada hasta entonces como encomiado su genial libro, Mariano de Cavia propuso convertir en fiesta nacional el 23 de abril, fecha de su muerte. Fracasó, pero la Cámara del libro de Barcelona coincidió después en elegir efeméride cervantina para una Fiesta del Libro en 1923, propuesta sancionada tres años después por Alfonso XIII a iniciativa del editor Vicente Clavel para todo el reino, luego Día del Libro desde 1930. Desde entonces la celebración prosigue, volcada a la incitación a la lectura en un país aún con ese déficit, y amparada ya junto a los derechos de autor por la UNESCO para todo el mundo, en homenaje al de Alcalá, al Inca Garcilaso y a Shakespeare, fallecidos en la misma fecha aunque no el mismo día, como se sabe, por caprichos administrativos y de calendario.

Existe también un Día Internacional del Libro Infantil, en la fecha de nacimiento de H.C. Andersen, el 2 de abril. Pero, aparte un Día de la Ilustración en Galicia a propósito del nacimiento de Castelao (30 de enero) no existe uno general dedicado al libro ilustrado, que tal vez merecería un especial recuerdo en que jugaría papel relevante uno de los artistas leoneses más importantes de la historia: Maius, el gran ilustrador de los Beatos mozárabes, considerado “el Picasso del siglo X” por el hispanista John Williams, investigador preclaro de estos códices. En el copiado e ilustrado en la iglesia leonesa de Santa María de Tábara (provincia de Zamora) se encuentra la única representación de un scriptorium de la Edad Media europea, situado en la torre de dicho templo. La fecha del Beato tabarense, redactado por el discípulo y continuador de Maius, Emeterius, podría servir al caso. Su texto aún conmueve: “¡Oh torre de Tábara, alta y pétrea! Arriba [está] el primer aposento, donde Emeterius durante aproximadamente tres meses se sentó un tanto encorvado y con todo su vigor puso a prueba la pluma. Se terminó el libro el 27 de julio, en la era 1008 [=año 970], hora octava [=dos de la tarde]”. En 975, Emeterius, junto con el monje Senior y la monja Ende realizarían el Beato de Gerona. Ella es la primera artista conocida del medievo.

El Museo de León alberga aún la exposición dedicada a los “Beatos leoneses ilustrados”, bajo el lema que uno de los copistas incluyó en un margen exhortando a leer y admirar lo iluminado a un tiempo: lege et mira. En esa muestra se puede recorrer la historia de estos libros, de su copia y facsimilado, de cómo y para qué y quién se hacían y con qué, de la trascendencia cultural que tuvo su diseño y su belleza. Para celebrar el Día del Libro, y muy cerca del palacio de los Guzmanes, donde tiene lugar la Feria, puede ser recomendable añadidura.

(Publicado en La Nueva Crónica de Léon, con motivo del Día Internacional del Libro, el 23/4/2022: https://www.lanuevacronica.com/libros-e-ilustracion-una-antigua-pareja)

 

 

La rebelión de los pijos (1)

 


Se daba por extinto, pero el ecosistema vintage ha reflotado muchos pecios: vuelve el pijo. Brotan por doquier pero, además, hacen por ser vistos: lo llaman “visibilidad” y pretenden cobrarla. El pijismo, arrogante y ruidoso como nunca, ha tomado posiciones “pa la saca”. Quizás merezca la pena conocer un poco más el espécimen.

El retrato del pijo adolescente es pleonástico: el pijo vive una adolescencia inquebrantable. Alegre y desenfadado, adolece de perspectiva, de decoro. Su desenvoltura se asienta en una palabra: impunidad. No considera que sus acciones acarreen consecuencias, puedan ser ilegales o indecentes, lastimen a otros. Le “importa un pijo”. A esta especie de narcisismo tribal lo llaman respetabilidad. Se les debe respeto. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/la-rebelion-de-los-pijos-1

         (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 24/04/2022)

domingo, 17 de abril de 2022

Estereotipo pocoyó

 


Conviene ajustarse a un estereotipo, responder a un modelo que se nos atribuye de entrada, sin preguntar, ya sea por origen, condición o apariencia. Si no lucimos ese código de barras siempre habrá alguien que nos acuse de extravagancia, desapego y hasta de apostasía. Imposible no ser de (rellene este espacio a elección). Faltaría más. Qué absurdo.

Así el caribeño saleroso y bailón, el bonaerense logorreico y psicoanalítico, el taciturno y melancólico lusitano, el chispeante andaluz o los catalanes industriosos. Apenas podría usted encontrar (o sea, imaginar) un gallego axiomático, un vasco indolente o ¿un riojano abstemio? Si lo hubiera, se cerniría sobre él o ella la sospecha de antiguos y oscuros antepasados que pudieran no estar a la altura de obligación tan aborigen. El mito de los caracteres nacionales se ha aliado y sobrepuesto a la exaltación de identidades locales -¡y autonómicas!- de manera que hoy día se complica hacerse un hueco fuera de ellas. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/estereotipo-pocoyo

        (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 17/04/2022)