Comenzamos nuestra ruta veraniega y ociosa por los lugares únicos, especiales y señalados, los tópicos, con uno de los más distinguidos, epítome y antonomasia de cuantos sitios culturales mueven a ser visitados desde lueñes tierras: la capilla Sixtina. Veníamos a decir el pasado domingo que estos lugares tan singulares en ocasiones están a punto de convertirse en su contrario, un “no-lugar”, por la mera estandarización de las experiencias a ellos asociadas: en todos se disfruta de grandes esperanzas y esperas, aglomeraciones e incomodidades que convierten su supuesto disfrute en un suplicio de proporciones, ahora sí, stendhalianas.
Los museos vaticanos, en cuyo interior se localiza hoy día esta capilla de simplona arquitectura y formidable decoración, se caracterizan por un rasgo común a muchos entornos de este tipo: uno se encuentra, sin término medio, entre la soledad y la muchedumbre sin solución de continuidad. A escasos metros de salas vacías donde invisibles efebos de mármol helénico, vasijas prehistóricas o lienzos de Poussin callan resignados, gentíos de babélicas almas en bermudas y tirantes se arraciman buscando el estupor y el prodigio prometidos. Antes, y como medida penitencial, habrán desfilado lentísimamente junto a los candentes muros vaticanos, a pleno sol ferragostino, hacia una taquilla situada en el último círculo dantesco. Tortuosos pasillos más adentro y varias obras maestras sin contemplaciones, el visitante se situará frente al origen y el acabose del mundo, según se entra a la derecha, arriba. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/topicos-2-sixtina-tormento-sin-extasis_178879_102.html?fbclid=IwY2xjawLhiUFleHRuA2FlbQIxMABicmlkETBFakdjdktVVldBd0pIdDFMAR5w7f3P2uNFK2WCHN0yLOR5Iv6ZedNuuEUn79rz2t0uMqWO-xb0L3J3ejFYnw_aem_Sra8HHsWtg-F94EPI7Q3xQ
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 13/07/25)