domingo, 28 de mayo de 2023

Paté de campaña 3: La fiesta de la democracia

 


Lo llaman fiesta de la democracia pero, como suele suceder, hay menos fiesta cuando más se mienta. Se celebra en domingo, pero este es día de poco jolgorio, si acaso el que se arrastra del sábado. Por ese motivo la jornada tiene, sobre todo, resaca. Una resaca, eso sí, que afecta a los que participan de la juerga de una manera directa, pues para los demás la tarde del domingo se gasta en esperar al lunes y, como mucho, echar un vistazo al resultado como quien comprueba una quiniela, zapeando. Para los nombrados en las listas electorales el malestar posfarra cuenta con todos los ingredientes: desazón, jaqueca, renuencia a salir de la madriguera, sonrisa forzada, algunas frases de ánimo, fingida expresión de haberlo pasado bien, anécdotas y panegíricos que compensen el malestar general…

Según algunas teorías-gran-reserva, nuestro contrato social consiste en la cesión de ciertas libertades a cambio de un gobierno justo y representativo elegido por todos. Ese es el motor inmóvil de la fiesta o, al menos, las intenciones de sus organizadores; aunque salir a por todas con un plan previamente acordado siempre fue difícil: la noche desbarata cualquier previsión. Hace ya tiempo que los firmantes de ese supuesto contrato hicieron trizas el proyecto de su celebración. Avanzada la velada se rigen por comportamientos atolondrados e intuitivos producto de la ingesta de diferentes productos tóxicos: promesas incumplidas, corrupción, transfuguismo, incoherencia, incompetencia… A medida que avanza la juerga se emborronan las intenciones y la perspectiva se enturbia. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/pate-de-campana-3-la-fiesta-de-la-democracia

   (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 28/05/2023).

domingo, 21 de mayo de 2023

Paté de campaña 2. Candelero del candidato

 


Despertarse cada mañana para descubrir si fue uno mismo quien mató a Prim o tuvo la culpa del hundimiento del Prestige debe de ser gracioso. O angustioso. O pesado. Si uno es alcalde de provincias y sabe que su elección molesta a ciertos poderes no electos que pretenden elegir por derecho de pernada, estas semanas puede esperar cualquier cosa de los titulares de la prensa local. Cada bache, papelera rota o suceso añejo servirán al caso, convertidos en tinta negrísima. Aunque sea evidente que la mueven intereses más antiguos que el papel, contar con una sección fija titulada “vean lo malísimo que es este señor” puede ser entretenido. O angustioso. O cargante. Quién sabe.

La capital vale como muestra. El alcalde de la capital leonesa se presenta con esas maneras atléticas que sustituyeron hace años a las paquidermias de una Transición tan dada al guiso, café, copa y puro. Ese tipo alto y elástico, de políticos a lo Obama o Sánchez, somatiza la capacidad de pactar con quien haga falta, condición práctica donde las haya también en versión de cercanías. Nuestro alcalde venatorio asoma a los eventos con talle de fulgente maniquí como quien llega de otra dimensión para supervisar que los terrestres se comporten como deben. Como es usanza en el PSOE, aunque se diga socialista procura esquivar la legalidad aconfesional y hace de papón oficial porque eso da votos y, supongo, indulgencias. Rutina parecida a cuando privatiza. También se agarra de la cincha leonesista en la cintura de un mapa autonómico que sus jefes tienen por cerrado, metiéndose en esa maña de contradicciones en que tan bien se mueve, todo tonicidad y facundia. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/candelero-del-candidato

   (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 21/05/2023).

lunes, 15 de mayo de 2023

Paté de campaña 1: la capa de invisibilidad

 


Empezó la campaña pero no es verdad. La campaña lleva semanas; la campaña lleva desde siempre. Quizás hubo un tiempo en que los políticos se dedicaban a otra cosa, a asuntos por los que cobran, por los que aseguran estar en política y tener vocación. Uno ya ha dejado de recordar ese tiempo porque ha pasado demasiado y la memoria se pliega como el espacio sideral en las películas de ciencia ficción. A fecha de hoy, un político estándar está de campaña día y noche, sin interrupción para tomar proverbiales impulsos. Y lo que es peor: lo está aunque sea un cargo público y deba dedicarse a esas cargas públicas que, como mucho, utiliza para arrojarlas a la cara de otro.

El presidente de esta Comunidad bicéfala entabló la campaña a partir del leitmotiv con que su partido lleva dando la lata desde hace eones: el rival es Sánchez. El mal es Sánchez. Sánchez, el octavo pasajero. Escondiendo la porquería propia bajo la alfombra, como es costumbre de la casa, pretende nos desentendamos de lo que se dilucida en estas elecciones desenfocando la distancia corta con que casi todo el mundo distingue al alcalde de su pueblo o ciudad en esta región tan poco metropolitana. Empuña una vez más un arma infalible, sable láser y capa de invisibilidad a la vez, para evitar el juicio sobre sus alcaldes y concejales. Se presenta Sánchez, remacha con dedo acusador. Y todos a poner cara de susto. Mañueco cree que la mención de ese demonio de su partido actúa en los electores como en El exorcista: un aullido de latín vulgar, una aspersión y sanseacabó. Mañueco nos toma por tontos, como es costumbre de la casa: la culpa de todo la tiene otro. Él está en la oposición. Su partido no gobierna aquí desde hace 36 años. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/pate-de-campana-1-la-capa-de-invisibilidad

   (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 14/05/2023).