Entre todos los géneros artísticos, el retrato congrega las
mayores sutilezas y complejidades y como especie creativa cultivada se ha prestado
al alcance de muy pocas sociedades a lo largo de la historia. Fue prácticamente
inédito en los antiguos imperios, entregados a una formulación de la imagen
individual que insistía sobre todo en la propagación incontestada de un estereotipo
ideal e irreal, tan ajeno a la representación verista como un símbolo lo está de
la cosa simbolizada. La misma Grecia antigua apenas utilizó algunos tópicos rudimentarios
para identificar a algunos personajes célebres, y solo la Roma republicana e
individualista, en un gesto de autodefensa, dio inicio pleno en Occidente a
este proceder tan íntimo como socialmente distinguido que, como demostraría el
medievo, requiere de colectividades no sometidas a un credo. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/ilusion-de-uno-mismo
(Publicado el 24/06/2018 en La Nueva Crónica de León, en una serie llamada "Las razones del polizón")