domingo, 29 de agosto de 2021

Ovejas eléctricas 8: Jacuzzi al pasado

 

A la agencia de viajes en el tiempo no le sentó bien mi opinión sobre la excursión que programó al año 2121 y, contra pronóstico, me ofrece un bonus de sus servicios en forma de catas a distintas épocas, todas ellas pasadas, para que reconsidere mi opinión sobre los viajes temporales. Queda una semana de agosto así que acepto la oferta y, sentado en la máquina del tiempo que, por cierto, es un comodísimo jacuzzi (idea nada original: es de 2010), tecleo varios momentos remotos a visitar. Tengo una docena de oportunidades.

Uno: Paleolítico. Nada más aparecer, un tigre dientes de sable me hinca sus dientes de sable. Duele.

Dos: Neolítico. Agricultores. Abrimos acequias para los cultivos y, cuando la sed aprieta, bebemos de ellas. El agua sabe rara. Palmo.

Tres: Edad del Bronce. Construimos una muralla que proteja el poblado, me cae un pedrusco encima, larga agonía.

Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/ovejas-electricas-viii-jacuzzi-al-pasado

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección veraniega titulada "Ovejas eléctricas", el 29/08/2021)

lunes, 23 de agosto de 2021

Ovejas eléctricas 7: Minority report

 


En este 2121 donde hemos viajado tan estivalmente las empresas no se resisten, como tampoco lo hacían antaño, a evaluar la satisfacción de sus clientes, turistas futuristas, aunque, como se verá, no se esperan así por las buenas, las evaluaciones negativas. Tampoco eso ha cambiado.

A punto de acabar este viaje, las experiencias del contingente de viajeros se ponen en común en una especie de terapia de grupo tan innecesaria de entrada como contraproducente al fin. Mi vecino de asiento, que me ha cedido sitio entre él y su mujer, comienza la ronda inquisitorial sobre nuestra supuesta satisfacción:

- Díganos, don Federico, por favor, cómo valora usted la experiencia.

- Cojonudamente, y perdón por el arcaísmo de muy antaño –guiña el ojo-, sobre todo la barra libre, las chavalitas en licra y el safari de linces de polietileno, qué gozada...

- Ahora usted, don... como sea.

- Decepcionante, con sinceridad. No hemos podido ver nada del futuro inmediato, de aquel que hemos de vivir cuando regresemos. El pasado me ha resultado un tanto de plástico y el futuro, confuso, a trazo demasiado grueso. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/ovejas-electricas-vii-minority-report

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección veraniega titulada "Ovejas eléctricas", el 22/08/2021)

Ovejas eléctricas/6: El planeta de los simios

 


Uno cree que el provenir será más juicioso, que en él habrán caducado ciertas chocantes costumbres y establecimientos bizarros. Pero no, el futuro versiona tozudo la parte censurable del pasado sin propósitos de enmienda. 2121, el año en que, por obra y gracia de una agencia de viajes futuristas, nos encontramos de veraniega expedición, nos ofrece una de esas experiencias y, como todo turoperador que se precie desde Pausanias, nos encamina a un “parque temático”, lugar que en este caso repinta nuestra era pretérita, la de nosotros, viajeros del tiempo, con vivísimo cromatismo. El establecimiento se denomina ”Por desventura” y se ubica en la Ciudad Desencantada de Cuenca. Nos apuntamos a la visita, claro, pues si la curiosidad mató al gato, vivifica al trotamundos temporal.

La entrada del lugar se abre con apuesta arquería de Calatrava recubierta de andamios y da a una plaza dura, desarbolada, en que sucumben a la intemperie los primeros incautos. Suerte que allí se ubica la taberna “Madrid libérrima” con sus famosos bocatas de caucho en tiras. Entramos al meollo. Los coches chocones con el lema “¿Qué combustible prefieres?” se detienen constantemente en medio de la pista, mientras algunos mocetones se apean para darle al martillo intentando elevar un contrapeso hasta la campana del precio de la luz. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/el-planeta-de-los-simios-1

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección veraniega titulada "Ovejas eléctricas", el 15/08/2021)