domingo, 26 de septiembre de 2021

El cuento de Caperucita

 


Los ismos suelen ser antipáticos, pero algunos resultan imprescindibles. El feminismo, por ejemplo, resulta tan inexcusable que merecería otro sufijo, uno que no lo pusiese al nivel de doctrinas o escuelas. Porque lo contrario de feminista no es machista o cualquier otra actitud indigna e indignante; lo contrario es peor que racista, es partidario de una forma de racismo que discrimina a más de la mitad de la población. Tal como está la cosa ahí fuera, también está empezando a ser difícil hallar un antónimo para ecologista. ¿Vándalo? ¿Estúpido?

Así, el lobo. Abstengámonos por esta vez de sentimentalismos y argumentos éticos del tipo el lobo estaba antes, no debemos matar un animal salvaje y demás, aunque sean muy dignos. Vayamos al otro meollo. Si ganaderos u otros empresarios resultan perjudicados por las acciones del lobo, como por otro bien natural protegido, la administración, que dispone de recursos destinados a paliar perjuicios causados por decisiones legales de interés general, deberá intervenir con diligencia y equidad. Sonroja que políticos cuyo mandato es precisamente ese se dediquen a tomarla con los ecologistas (que si “comer carne de lobo”, que si “infamias”), tal que Suárez-Quiñones y, ahora, el vicepresidente de la Diputación, hablando quizás en nombre de intereses de parte de su electorado. Sorprende también que ecologistas y agricultores no estén más de acuerdo a menudo, pues les guían los mismos intereses y, con demasiada frecuencia, el fracaso de las tesis de aquellos resulta en quebrantos a largo plazo de estos. Plazo cada vez menos largo. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/el-cuento-de-caperucita

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 26/09/2021)

 

lunes, 20 de septiembre de 2021

La luz, estúpido

 


En la campaña de Clinton contra Bush padre surgió una frase faltona que se ha convertido en aforismo, “la economía, estúpido”. Tiene muchas aplicaciones. Tanto temer al petróleo, su carencia, carestía o las reyertas geoestratégicas y, cuando todos estábamos convencidos de que hasta los coches debían enchufarse, resulta que era la electricidad. Estúpidos.

Pero la electricidad se obtiene de varias formas, también con gas y, como está caro, se desaguan embalses, lo que pone por fin de acuerdo a lugareños, agricultores y ecologistas. Las eléctricas provocan unanimidades, aunque sea a base de insultar. De esa manera facturan al mismo precio fuentes de energía que siguen baratas, la hidroeléctrica o la nuclear por ejemplo. Un chollazo. Estampitas a precio de boletos premiados. Luego contratan a alguien que haga anuncios con praderas verdes y musiquita relajante, muy bucólicos. Y estúpidos.

La oposición grita al gobierno que haga algo y, cuando lo hace, le grita por hacerlo: enronquecedora tarea. Confiscatorio, dice el PP; malo maligno, asegura el partido de los argumentos elaborados, según se sale a la derecha. ¿Qué propondrían ellos que no lo dicen? ¿Restringir el mercado? ¿Poner trabas a la santísima libre competencia? Porque competición no consta. ¿Recuerdan lo que significa la palabra Endesa? En su día nos vendieron que la competencia de las distintas empresas beneficiaría al consumidor, pero siempre que nos lo dicen no falla: sucede lo contrario. Es el mercado, estúpidos, se oye. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/la-luz-estupido

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 19/09/2021)

 

domingo, 12 de septiembre de 2021

De alma presente

 


Organizada por Acción Cultural Española y con auspicio de la Junta, recala hasta el 7 de noviembre en el Museo de León la exposición del fotógrafo José Manuel Navia abrigada por un verso de Leopardi, Alma tierra

Como todo fotógrafo que se precie, Navia es retratista. En sus imágenes siempre vemos una figura, un semblante, aunque las más de las veces se ausente. Objetos deslustrados por el uso, con algo de un bodegonismo español del desaliento; rincones que preservan gestos de gentes desaparecidas, paisajes labrados antaño, casas deshabitadas, fuego que apenas calienta… Todas las imágenes envuelven una humanidad en retirada, fantasmal, casi extinta. Navia da cuenta de un pretérito indefinido a punto de convertirse en perfecto pasado, a punto de ser arqueología. Arqueología de una tierra desvanecida, los fogonazos de cuya alma rebusca el fotógrafo entre gentes numantinas, robinsonianas. Muchas producen una melancolía distante que ya nos podemos permitir o una nostalgia que hunde raíces en todas nuestras familias. Quizás por ello abandonan a veces los museos etnográficos y empiezan a recalar en los arqueológicos. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/de-alma-presente

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 12/09/2021)