domingo, 18 de diciembre de 2022

Golpe de estado


 

En algunos países le llaman Papá Noel, pero empezó siendo el santo Nicolás. De ahí la rima del “Nicolás, qué miedo me das”, que la gente, siempre ávida de temores infundados y dichos en un tris de cumplirse, acaba por creerse. En otros lugares, y hablamos de lueñes tierras, adopta el nombre de santa Claus -¿”Niclaus, que nos tiés acojonaus”, en lliounés provenzal?- Y en muchos, simple, llana y coloquialmente es “Santa”. De ahí, supongo, lo del “santismo” que han acuñado sus detractores para referirse a su ilegítimo predominio en estas tan sentidas fechas. Natividad, concretamente Isabel Natividad, por más señas, presidenta del centro, eje y esencia de este país, sospecha cosas, cosas de mucho fuste y peligro: un golpe de estado. Eso ha de dar más miedo que la visita del propio Santa a una guardería.

Pero lo cierto es que ellos oyen ruido de renos, versión light de los sables aquellos, aunque no menos preocupante a decir de alarmistas y defensores de la tradición. Tal vez se trate del gasto de luz eléctrica de la nariz de Rudolph. La tradición según esa multitud conservadora son los Reyes, claro, los magos de oriente, de la plaza de Oriente en concreto, y de la calle Génova si acaso. Denuncian que Sántez y el santismo lo quien demoler todo con sus decisiones contra natura, contrarias al aliento prístino y enraizado de la Navidad, de la Natividad ayusa de toda la vida y de su mucha familia y amigos. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/golpe-de-estado-2

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 18/12/2022)

 

domingo, 11 de diciembre de 2022

Superpoderes judiciales

 


Tampoco debía tenerlas todas consigo Montesquieu, que si no paraba de avisar sobre los peligros de injerencia entre poderes debía ser porque sabía que el quid de la cuestión estaba ahí.

Hace muy pocos años, cuando el país alcanzó cotas máximas de podredumbre en la vida política, enlodada en casos de corrupción un día y otro, muchos ciudadanos tuvimos a la justicia como el último bastión del saneamiento democrático. Con una demora de años, a veces lustros, eso sí, iban cayendo y siguen haciéndolo como fruta madura aquellos truhanes convertidos en banda criminal que se hacían llamar representantes políticos, en especial los del partido que se vio obligado a abandonar el poder por esa causa y sus financiadores. Entonces nos llegamos a preguntar si la tradicional falta de medios de los tribunales y de presupuesto de la justicia no serían intencionados, marrulleros intentos de eludir las leyes o, al menos, esquivar el castigo por vía de la prescripción del delito, ese procedimiento tan a mano. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/superpoderes-judiciales

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 11/12/2022)

 

La siesta

 


He vuelto a casa con tiempo y he comido rápido con intención de encontrar momento para descansar un poco. Por el camino me he topado con grupos de niños y algún adulto disfrazados de personajes sombríos y risueños celebrando a los difuntos con esa moda que se llama Halloween. Pero ahora el edificio y la calle están silenciosos, no hay nadie en casa y el momento se antoja favorable para una siesta. Voy a ello complaciente y con un punto de ilusión, recreándome.

Nada más acostarme empiezan los inconvenientes: la posición no acaba de ser confortable, me giro y la luz de la ventana resulta hiriente, hay un almohadón que no he quitado porque “será solo un momento” y ahora se abalanza insidioso sobre mí; temo arrugar la colcha que no he retirado del todo… Estas cosas no suceden de noche; de noche somos profesionales. Al vecino de arriba se le caen objetos pesados y sonoros con regularidad y oportunidad admirables. No quiero pensar que sabe lo que intento (dormir) y actúa en consecuencia. No quiero creer que el vecino de abajo suponga eso de mí. Tampoco sirve de nada este alarde de indulgencia comunitaria, cada poco siguen sonando cosas que caen. Llora un bebé. Sonrío sardónico sin mover un músculo. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/la-siesta

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 04/12/2022)