lunes, 26 de octubre de 2020

La piedra y el virus

 


La simplicidad simplifica, elude complicaciones o compromisos, merma, cercena o esquiva. La simplicidad de su constitución y comportamiento se convierte en el impedimento mayor de la lucha contra un virus, contra todo tipo de virus. Son tan escuetos que es muy difícil combatir sus debilidades, pues aparentan no tenerlas. Es como desmenuzar una piedra, obtenemos más piedras. Puede que sean la entidad más abundante del planeta pero ni siquiera se sabe si están vivos del todo y su existencia solo puede garantizarla parasitar estructuras más complejas de forma expeditiva. Las viraliza. La eficacia de lo vírico reside en que vive y prospera gracias a la debilidad ajena.

Por eso Trump, por eso Bolsonaro, por eso Abascal. Todos (y son tantos) responden a ese mecanismo básico, agresivo, bajoventral. Estriba ahí su fortaleza: ofrecen soluciones imposibles de analizar, rotundas y crudas como una piedra. Una piedra presta a ser arrojada contra otro. Más España, más bandera, menos emigración, más “libertad”, menos impuestos… Más y menos, una primitiva matemática de restas y sumas. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/la-piedra-y-el-virus

 (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 25/10/2020)

domingo, 18 de octubre de 2020

Cuentas pendientes

 


Las cuentas con el pasado deben saldarse o se convierten en caja B. Para la desgracia del país, la derecha española no ha liquidado esas deudas, ni las antiguas ni las recientes. Una buena parte de su partido y electorado aún sigue hilvanado a la dictadura franquista y sostiene desde 1975 que la reparación debida a las víctimas o no se necesita ya o no corre prisa y puede dejarse para mejor ocasión. Solo ese raigón ideológico puede explicar que allí donde han gobernado (León incluido) no se procediera inmediatamente a retirar las placas y recuerdos públicos que exaltaban y exaltan aún a golpistas y lacayos de la dictadura o que, en episodio vergonzosísimo del proceder democrático reciente, se haya despedazado ¡esta misma semana! la placa en recuerdo de Largo Caballero en su casa natal de Chamberí. En cualquier otro país este asunto no merecería polémica: mantener y, de alguna manera, proteger conmemoraciones indignas o destruir el recuerdo de quienes lucharon contra el fascismo responde a un mecanismo ideológico semejante a negar el Holocausto o desdeñar a las víctimas del terrorismo. Pero parece ser que la derecha de este país se siente aún comprometida con esa parte indecente de la historia y se diría surgida de ella. Si no fuera así, impulsaría la rectificación y la reparación debida a víctimas y símbolos sin ningún reparo o recelo pues se identificaría con la misma estirpe política de quienes defendieron la democracia en su momento o quienes entienden ahora que nada deben a aquella época y a quienes la convirtieron en infame. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/cuentas-pendientes-5

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 18/10/2020)

 

lunes, 12 de octubre de 2020

Primer diagnóstico

 

Junto a tanto desquiciamiento, el avance de la epidemia proporciona algunas certidumbres que pueden ser de ayudaentrances de esta u otra naturaleza.

Síntomas. Contra una amenaza absolutamente nueva no existen fórmulas mágicas ni métodos seguros; de entrada puede contenerse pero no erradicarse, lo que provoca titubeos, experimentación, retrocesos y reinicios. El consecuente miedo mina la confianza ypropaga superstición y mesianismo: en ellos se reconoce la magnitud del problema.

Cada vez que se afirma que algo es lo mejor del mundo, teman. En 2008 fue la banca, lamás preparada de Europa según gobernantes y consejos directivos. En 2020, el sistema sanitario. Lógicamente, esto no tiene que ver con sus profesionales, léase el párrafo siguiente. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/primer-diagnostico

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 11/10/2020)

lunes, 5 de octubre de 2020

As Time Goes By

 


De camino a León nos multaron en Villamoros por un exceso de diez kilómetros sobre la velocidad permitida. Mientras revisaban los papeles del desfallecido Dos caballos y escudriñaban los asientos de atrás, atiborrados con las cajas de la mudanza, algunos cochazos nos rebasaban a toda velocidad ojeando nuestro dudoso aspecto de quinquis inmovilizados por la benemérita. En esos días ETA mataba cada mes.

Llegado al piso, busqué donde comprar alcayatas para un par de cuadros que combatieran el síndrome de casa vacía -deformación profesional de novato- y sobre todo la añoranza del hogar recién abandonado. En una ferretería de la Plaza Mayor me atendieron cuatro dependientes ociosos. Uno me preguntó qué deseaba, el segundo fue por las cuatro puntas, el tercero rasguñó un vale y el cuarto me cobró. Todos ellos miraban taciturnos hacia la puerta, uniformados con una bata azul ultrajado y un lapicero sujeto a la oreja izquierda. El comercio desapareció poco después. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/as-time-goes-by

 (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 04/10/2020)

Foto de Julio Fernández Arias