lunes, 4 de septiembre de 2023

Metafísica de la canícula 4: Estoicismo de pago


 Hace pocas semanas las autoridades culturales (nótese el oxímoron) decidieron cobrar entrada en el Panteón de Roma. Hasta entonces el lugar era una plaza más de la vieja ciudad donde transeúntes y turistas entraban y salían sin más preámbulo para verse atrapados por la grandiosidad del lugar. A esa naturalidad antigua le han puesto una taquilla. Lo mismo hicieron hace años con todas las catedrales: disfrutar de unos minutos de descanso o contemplación, del mero frescor y deleite de esos interiores, se ha convertido en un trámite que “hay que aprovechar” con una deambulación organizada, reglada, turística. Y de pago. Quienes lo justifican hablan de contribuir a su mantenimiento, como si no lo hiciésemos ya o ese copago lo garantizase mejor. Hasta hay quien dice que pagando se valora más, simpleza que no merece comentario.

Otro de nuestros filósofos de cabecera opta, este verano metafísico, por el turismo cultural. Si el turismo es un gran invento no digamos la cultura. La cultura es al turismo lo que la piña a la pizza.

Nuestro sabio responde al nombre de Epicteto, puntal de la escuela estoica, que, contra la acepción del diccionario, no gusta de sufrir o resistir penalidades a lo bobo, sino que promueve la virtud de la templanza ante cualquier ardor. Prefiere el fuego lento. A pesar de tales morigeraciones, Epicteto también vacaciona. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/metafisica-canicula-4-estoicismo-pago_142613_102.html?fbclid=IwAR3V4sCGb8Wtn3Tk4IraXwRbqXv5YKMZZR0WmFhH-CZTkFQRRIqDY4KRlwI

     (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección estival titulada "Metafísica de la canícula", el 17/08/2023).

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario