lunes, 23 de agosto de 2021

Ovejas eléctricas 4: La guerra de los mundos

 


En este futuro preapocalíptico algo amodorrante del año 2121 que visitamos, el campo tampoco es lo que era. De tanto hueco, la España vacía se ha atiborrado: ha pasado como con el propio vacío, que tiende a llenarse de repente en cuanto hay con qué. El teletrabajo, los precios de la vivienda, la superpoblación, el afán de naturaleza… un poco de todo provocó décadas atrás un éxodo masivo a la que hoy analistas y estudiosos denominan la “España curvy” y la “España rellenita” (o rellenada). Nadie se dedica al cultivo o la ganadería, por descontado, y la vida sigue siendo urbanita a esgalla, que diría alguno de los nuevos “ruralitas”. Se trataba de aumentar las comodidades de la ciudad sin sus inconvenientes. Una zona residencial vasta y desperdigada, a la gallega, abarca campo y pueblos como si la ciudad se hubiera dilatado en plan gaseoso. De ahí, tal vez, lo de rellena. El neolítico y lo rural sucumbieron definitivamente en nuestra era, afirman los citados analistas, algo sobrepasados por su intemperancia verbal. “Hay que aprovechar el sitio, que somos mucha gente”, concluye mi ciber-guía, menos ufano. Hoy día el personal disfruta asuetos y descansos semanales en la ciudad, en casa de los abuelos, de visita a comercios o recorriendo paisajes urbanos alicaídos y ruinosos, tipo el final de “El Planeta de los simios”. Senderismo por aceras reventadas, MBK en los baches del carril-bici y montañismo de escombrera son deportes de moda. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/ovejas-electricas-iv-la-guerra-de-los-mundos

  (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección veraniega titulada "Ovejas eléctricas", el 01/08/2021)

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