domingo, 26 de noviembre de 2023

Un montón de pedruscos

 


Un monumento no es un edificio por muy llamativo que sea de la misma manera que un bien de interés cultural no adquiere ese interés a causa de su apariencia o los elementos físicos que lo componen. Los valores que confieren esa categoría emanan de la significación cultural que adquiere ese objeto para una comunidad, un hito cuya existencia en otras condiciones quizás no los tendría o serían otros. No es lo mismo una catedral gótica que una neogótica, aunque puedan ser gemelas, ni la torre Eiffel de París que la de Las Vegas.

El Camino de Santiago, supremo ejemplo de monumento indescriptible desde la perspectiva de esa materialidad, no se ha convertido en lo que es ni tiene el valor que tiene por la belleza de los paisajes que atraviesa o las características de sus calzadas o de las poblaciones por las que pasa: se distingue por el propósito de recorrerlo que han tenido innumerables personas a lo largo de siglos. Es un monumento gracias a ellas y sin ellas sería un camino de tantos. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/monton-pedruscos_147649_102.html?fbclid=IwAR3fCG9DslSfnMFgaegiSW6Dgtvb0BIAjTPZkipS3ZQ3e7p5hlMq4B7aET4

      (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 26/11/2023)

 

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