domingo, 17 de abril de 2022

Trampantojo

 


Más que líquidos, vivimos tiempos tramposos. Aquella incertidumbre que retrataba Bauman ha coagulado en una sola evidencia: nos van a engañar. Estemos avisados o no, predispuestos o no, queramos o no que nos mientan. Queramos, sí, porque una buena mayoría nos engañamos a posta, queriendo, y escogemos a qué parte de la trampa dar crédito o, al menos, defender como cierta. Elegimos entre las candidatas a evidencias que nos ponen delante. Adoramos nuestro particular artificio y lo convertimos en cómoda trinchera.

Elegimos, por descontado, el medio de comunicación que nos da la razón: si se promulga una ley educativa, el que se enfurece con la supresión de la filosofía o la cronología de la historia. Aunque ambas afirmaciones sean falsas, a la luz del BOE, prensa fiable para ciertas cosas y que nadie lee. Es un ejemplo, hay miles. En la política, otro tanto. Triunfan partidos que mienten sin contemplaciones, sin rubor, sin remedio. Si ayer eras amigo del tirano ruso, hoy no le has visto en la vida; si clamaste por suprimir prebendas hoy haraganeas en ellas… Como si no existieran hemerotecas -¿existen aún?- o archivos –¿los consulta alguien?- La memoria ha suspendido cotización; la rectificación es arqueología. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/trampantojo-2

        (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 10/04/2022)

 

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