domingo, 12 de junio de 2022

Cómo hemos cambiado

 


Resulta que sí, que al final hemos cambiado ¿cómo no? La pandemia nos ha transformado, sutil y quién sabe si definitivamente. ¿Mejores? No exageremos.

A poco que uno sondee, parecemos más tiquismiquis, menos comprensivos, más severos. Creemos que la afrenta está a la vuelta de la esquina y lo que en su momento se llamó “policía de balcón” ha despertado al censor que llevamos dentro para enjuiciar todo y a todos. Hacer de inquisidor da gustito y llevar razón, que siempre triunfa en la pasarela personal, ha convertido el cuñadismo en una práctica de autoridad durante la pandemia. Opine usted; si se atreve.

Tenemos más miedo. Amedrentados por la muerte y la enfermedad que pasaron rozando a tantos llevándose a muchos, nos amilanan síntomas y circunstancias que antes ignorábamos con bendita frivolidad. La acritud también nos ha hecho más neurasténicos. Y con más mala leche. Pretendemos recuperar a marchas forzadas un tiempo evaporado en el sofá o la terraza y ejercer un sacrosanto derecho a refunfuñar por tal o cual chirrido de un mecanismo que nunca estuvo engrasado pero que, en aquellos duermevelas, imaginamos puesto a punto a nuestro regreso. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/como-hemos-cambiado-4

 (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 12/06/2022)

 

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