En la televisión y otros medios de comunicación brasileños
se han estado cachondeando de Bolsonaro durante una buena temporada. Justo
mientras creían que se trataba de un nazi perturbado, minoritario, un fenómeno
de feria en el contexto de una democracia asentada que jamás vería a alguien
como él alcanzar el suficiente poder para poner en práctica las locuras que
vociferaba y de las que tan divertidos y facilones chascarrillos podían
obtenerse. Esas risas hace meses que se congelaron en rostros estremecidos,
dejando un reguero de rictus y una enorme preocupación por la salud del país
que no hace más que crecer. Cuando la broma a costa de alguien deja de tener
gracia, suele convertirse en un incontrolable rubor. Dicen que la comedia se
forma con la tragedia más el tiempo
suficiente. Parece que en ocasiones la fórmula también funciona al revés. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/risa-gelida
(Publicado el 04/11/2018 en La Nueva Crónica de León, en una serie llamada "Las razones del polizón")
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