domingo, 20 de julio de 2025

Tópicos 3. Torres gemelas: la notoriedad del vacío

 


Hay un compendio pendiente de los monumentos que ya no existen o cuyos restos apenas pueden evocar lo que fueron, pero cuyo emplazamiento visitamos por puro fetichismo y pose romántica, literatura más que realidad. Cuando Alejandro partió a la conquista de Persia se detuvo en Troya para invocar un mito cuya encarnación resultaba imposible más allá de las páginas del libro que siempre llevó con él. Así se ha hecho y sigue haciendo. Durante gran parte de nuestra historia, además, el monumento era el lugar, no el edificio o la forma que este adquiría cuando se levantaba allí; esto explica la insistencia en construir un nuevo templo sobre el anterior aun a costa de este. Todavía acudimos a campos de batallas antiguas donde nada hay o a bares donde Hemingway nunca bebió.

Esos lugares definen un tiempo, caracterizan una época, son su símbolo. Varias generaciones recordaremos siempre dónde nos encontrábamos durante el atentado de las Torres Gemelas, en qué aparato vimos cómo se televisaba el fin del mundo en directo. Las nuevas quintas dejan atrás ese pasmo y esa advertencia en favor de sus propios acontecimientos personales; cada vez hay más gente que no vivió ese septiembre o no lo identifica, bienaventurados sean. Aun así, habrán visto las Torres, es casi imposible no haberlo hecho. Y puede que resulte difícil ignorar su significado. Las Torres han adquirido la categoría de monumento ausente o desaparecido, verdaderamente inmaterial en el sentido exacto, pero sobre todo porque gozaron de una imponente materialidad perdida después: murieron; un hecho contrario a la idea de monumento. Como las Maravillas de la Antigüedad, de las que solo permanece la pirámide de Keops, las Torres, como el Faro de Alejandría o el Coloso de Rodas, se han convertido en un tópico (un topos, literalmente) y un mito (mythos: un relato o narración simbólica). Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/torres-gemelas-notoriedad-vacio_179267_102.html

                 (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 20/07/25)

lunes, 14 de julio de 2025

Tópicos 2. La Sixtina: tormento sin éxtasis.

 


Comenzamos nuestra ruta veraniega y ociosa por los lugares únicos, especiales y señalados, los tópicos, con uno de los más distinguidos, epítome y antonomasia de cuantos sitios culturales mueven a ser visitados desde lueñes tierras: la capilla Sixtina. Veníamos a decir el pasado domingo que estos lugares tan singulares en ocasiones están a punto de convertirse en su contrario, un “no-lugar”, por la mera estandarización de las experiencias a ellos asociadas: en todos se disfruta de grandes esperanzas y esperas, aglomeraciones e incomodidades que convierten su supuesto disfrute en un suplicio de proporciones, ahora sí, stendhalianas.

Los museos vaticanos, en cuyo interior se localiza hoy día esta capilla de simplona arquitectura y formidable decoración, se caracterizan por un rasgo común a muchos entornos de este tipo: uno se encuentra, sin término medio, entre la soledad y la muchedumbre sin solución de continuidad. A escasos metros de salas vacías donde invisibles efebos de mármol helénico, vasijas prehistóricas o lienzos de Poussin callan resignados, gentíos de babélicas almas en bermudas y tirantes se arraciman buscando el estupor y el prodigio prometidos. Antes, y como medida penitencial, habrán desfilado lentísimamente junto a los candentes muros vaticanos, a pleno sol ferragostino, hacia una taquilla situada en el último círculo dantesco. Tortuosos pasillos más adentro y varias obras maestras sin contemplaciones, el visitante se situará frente al origen y el acabose del mundo, según se entra a la derecha, arriba. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/topicos-2-sixtina-tormento-sin-extasis_178879_102.html?fbclid=IwY2xjawLhiUFleHRuA2FlbQIxMABicmlkETBFakdjdktVVldBd0pIdDFMAR5w7f3P2uNFK2WCHN0yLOR5Iv6ZedNuuEUn79rz2t0uMqWO-xb0L3J3ejFYnw_aem_Sra8HHsWtg-F94EPI7Q3xQ

                (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 13/07/25)

Tópicos 1: En verano, de sitio en sitio

 


Existe una teoría contrastada según la cual cada vez más a menudo nos encontramos en lugares indefinidos, sitios sin personalidad que nos hacen dudar sobre nuestra ubicación geográfica y emocional por la falta de algo que la identifique, nos oriente o estimule. Son sitios de paso o trámite donde nuestro comportamiento se supone pautado y regulado (quebrantar sus normas supondría un modesto cataclismo), sitios que componen un nuevo país, una nación de ciudadanos predecibles y deslocalizados. A pesar de que destinamos buena parte del ocio a buscar lugares distintos y específicos - “lugares antropológicos” según esa misma teoría- para alcanzarlos frecuentamos contradictoriamente los paraderos intercambiables que comentamos: aeropuertos, estaciones de tren y autobús, gasolineras, centros comerciales, hoteles-todo-incluido, resorts, etc. Se denomina “no-lugares” a estos establecimientos imprecisos que tanto abundan y tanto se parecen, estemos en Osaka o en Gijón. Un largo etcétera que la globalización acrecienta a paso gigante invadiendo el último reducto de la singularidad urbana, los centros históricos, con profusión de franquicias y multinacionales. Pasea uno por Viena o Palencia y, en las sinuosas calles cercanas a una catedral, aparecen los garitos de Amancio, Bimba y la otra o el colmado de los chándales que reproduce por esporas el capitalismo monopolístico. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/topicos-1-en-verano-sitio-en-sitio_178556_102.html?fbclid=IwY2xjawLhijdleHRuA2FlbQIxMABicmlkETBFakdjdktVVldBd0pIdDFMAR769aEFmvuKgNZFuR0UbX5_NKzEPW6yPKmQpD0j0DloHrA_ZfoYl5Q7ODNiAg_aem_2xy16zbIojV87yy0rdlT-w

               (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 06/07/25)