miércoles, 11 de diciembre de 2024

Antisistema

 


Concebido constitucionalmente como contrapeso y cámara de representación territorial y funcionando desde la enfática Transición como cementerio de elefantes y especies mucho menos nobles, esta legislatura hemos descubierto nuevas y más ikerjimenezcas ocupaciones del Senado español: cancha del hooliganismo de la oposición y de sus zancadillas institucionales y, esta semana, al fin, mercadillo ultra de Navidad.

En la augusta y alta cámara se han citado algunos de los energúmenos y reaccionarios más desaforados del mundo, voceros de ideas todas ellas simiente de crueldades pasadas y de doctrinas retrógradas que la humanidad parecía haber abandonado hace décadas, en algunos casos hace siglos. Antiabortistas furibundos, machistas de manual, cuñadísimos, fascistas, homófobos, fanáticos cristianos y fundamentalistas de vario pelaje han hecho de una institución tan supuestamente distinguida el estercolero que los partidos de derechas han permitido. Supongo que para ese consentimiento, torpemente aprobado por un despiste de la izquierda que no se accedió a enmendar, se unieron las amistades peligrosas de los últimos tiempos, el aquí mando yo y el hecho de incordiar a Sánchez y a Sánchez y a Sánchez que tantas voluntades y soflamas justifica y alienta. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/antisistema_166962_102.html?fbclid=IwY2xjawHGOlhleHRuA2FlbQIxMAABHStPgUaBjvtqCOiBDbD_jxYzcCZCZrG4BW9fXrrETDRSTvp0FJ3E4yM8kA_aem_sPz-c5J_FI14VNDWjbl2Bg

            (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 08/12/24)

domingo, 1 de diciembre de 2024

Bajo el barro

 


Todos deberíamos ser ecologistas, pero debe ser duro para quienes ejercen ese noble activismo comprobar como una y otra vez claman en un desierto de incomprensión y la realidad les da la razón, al fin, en forma de calamidades de distinta intensidad. Resulta también difícil de entender, salvo por el abismo de intereses y códigos, cómo los habitantes del medio llamado natural, no se alían con ellos de forma definitiva, siendo como son destino inicial y lógico de muchas de sus preocupaciones. Los diálogos no son sencillos si las partes ensordecen.

Supongo que, además, existe una ley no escrita que sitúa el activismo allí donde es más necesario, motivo por el que el ecologismo nació en lugares contaminados terriblemente como las cuencas industrializadas europeas. Desde entonces, hace más de medio siglo, cada protesta y cada advertencia han desembocado en tristes confirmaciones, con víctimas a veces mortales, o en sentencias judiciales favorables al ecologismo que o llegaban tarde o eran esquivadas con triquiñuelas legales en muchos casos. El perjuicio que hemos infligido a la naturaleza y especialmente las mutaciones inducidas al clima por la actividad humana suponen el asunto más importante de cuantos deberían ocuparnos, tan crucial como que nuestro fracaso puede resultar el fracaso de la especie en su conjunto. El planeta no está en peligro, somos nosotros quienes lo estamos. Hemos emponzoñado nuestra única casa y seguimos haciéndolo de tal forma que si llegásemos a solucionar el problema climático aún quedarían otros no menos acuciantes por abordar. Esa tarea imperiosa acaba de ser subrayada por la DANA de Valencia con terribles trazos, pues a la destrucción y muerte provocadas por diluvios y riadas se unen ahora graves problemas de contaminación y reciclado. El proceso por el que solemos desperdiciar tanto como producimos se ha acelerado y concentrado en unos pocos días: nuestra basura nos devora y la DANA de Valencia ha proyectado el futuro a cámara rápida ante nuestros ojos. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/bajo-barro_166600_102.html?fbclid=IwY2xjawG6PblleHRuA2FlbQIxMAABHWTf5xEu1e5lYvHOxZRAFPZDTgvsJPwjmcSjvXZnvvn2LlK9tCMEU49Obg_aem_KTXQ4Ag1WW9cH1KcZxCt0A

           (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 01/12/24)