lunes, 8 de septiembre de 2025

Bonus tópicos: Incendios de pega

 


Este año no hubo canción del verano (con permiso de “Nos tocan los quiñones”); este año hubo combustión del verano. Los incendios en las tierras ancianas y vacías del noroeste interior y las quemazones del personal en redes y demás sumideros llenaron agosto de tizones, humo y algunas fogatas de pega. Si en los primeros la intencionalidad suele acompañarse de mala baba e ignorancia, los segundos tampoco las escatiman. Y tópicos, tópicos que no cesan y mueven este bonus track de cantinelas del verano.

El cambio climático no es la causa. Como la hipertensión o el colesterol no lo son, estrictamente, de los infartos. Son fermento y catalizador. Por supuesto que aquel no provoca, en sentido literal y fosfórico los incendios, solo los favorece, atiza, amplifica y crea las condiciones para que sean más frecuentes, graves y su extinción mucho más difícil. Pero no usa cerillas, claro.

¿Dónde están ahora los ecologistas? Como si el que tiene un infarto en plena calle después de hartarse a torreznos se preguntara dónde está en ese preciso momento su cardiólogo. ¿Por qué se odia a los ecologistas y no a los cardiólogos? Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/bonus-topicos-incendios-pega_181841_102.html?fbclid=IwY2xjawMrd_RleHRuA2FlbQIxMABicmlkETB0cnZ2UWNQN05UWTJhSnhXAR7xEMaykv6ktzdzvIOQaQDmIIlcUiw2MJgIdI6aozy6PsvUs5y4oQsOTkPj9Q_aem_nvq0GNpFRSd7EZ2XXHG6AQ

                   (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 07/09/25)

 

lunes, 1 de septiembre de 2025

Tópicos 9: León: última estación

 


Hablamos de una ciudad que recibe al viajero con equívoca acogida: si no te gusta León, etcétera. Bienvenida digna del posterior arqueo de pernoctaciones. Ilustra el dicho un paisano que prefiere acuchillen a su hijo con la cubertería familiar. Los tópicos son así, absurdos, y cualquier curiosidad por ridícula o vulgar que sea merece la atención de tropeles con tal de usar la cámara del teléfono para descubrir una loseta partida con la forma del mapa de Estonia. En esto nuestro tiempo no se distingue de otros. En el medioevo, momento que tanto complace a munícipes y gentes proclives al disfraz ceremonial, el personal viajaba penosa y largamente para postrarse ante rótulas y padrastros de dedo amputados e imputados a cualquier nombre precedido de “san”. En época menos reciente se hacían viajes para tomar aguas cuyas virtudes no superaban las del manantial vecino. En días más nuestros ocurre más o menos lo mismo con la apetencia de quemazones y alcoholes de menor importe. El caso es zascandilear. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/leon-ultima-estacion_181437_102.html?fbclid=IwY2xjawMiXLNleHRuA2FlbQIxMABicmlkETBqZlI4RkxROU1mQVc3NE9kAR7gTykPIObmtyOtHvDPyTnICJ3GCmcJkprC2oIrWKIXdpdws4B5L7zCQ-5zzw_aem_6Xbot133ZQMzcwp_IkHjLA

                   (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 31/08/25)

Tópicos 8: Venecia: las tablas del agua

 


En un repertorio de tópicos Venecia personifica el triunfo de la puesta en escena. Todo en ella es fachada y panorámica; fachadas y panorámicas deslumbrantes, con siglos de experiencia. Como en toda escenografía, detrás o en el detalle anidan los desconchones, el salitre, la inmundicia, la fetidez, la ruina. La decrepitud mantiene su encanto si se observa con distancia, desde fuera, ocasional y forasteramente. Porque Venecia es la ciudad del forastero por antonomasia. Antes que Venecia desaparecerán los venecianos.

Como tal escenario ha servido para la boda de uno de los nuevos señores del mundo y una presentadora neumática con su séquito de apariencias y vanidades tal como antes hacía con las ceremonias del dogo de la Serenísima y sus pomposos consejeros: tan versada es en mascaradas. El tiempo no ha cambiado en absoluto esa ocupación, solo ha hecho que su decadencia se convierta en una seña de identidad aristocrática. Venecia se hunde, pero lo hace a un tempo mayestático y el acqua alta ha adquirido la gracia folclórica de los tablones elevados y las botas de pescar. Incluso el proyecto Moisés que cerrará la laguna a las mareas bravas no deja de ser una fastuosa (y carísima) farsa cuando todo el mundo sabe que la ciudad naufraga a causa del trasiego de buques de gran calado, acarreen turistas a San Marcos o porquerías al puerto de Marghera. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/venecia-tablas-agua_181102_102.html?fbclid=IwY2xjawMiXGxleHRuA2FlbQIxMABicmlkETBqZlI4RkxROU1mQVc3NE9kAR5XwlP-Ycx7ObBXwUCD60X4syINzqELY3IVtM5y5ig6JlhfNRbUfzbNvL7X8g_aem_fAH_SE0ArQrEwNBq8LI4XQ

                                     (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 24/08/25)