Hubo un tiempo
en que Cataluña, Barcelona en particular, significaba la modernidad, aquí y
allá, entendida como una manera más libre, cosmopolita y vanguardista de hacer
las cosas. El diseny y el seny aleteaban por encima de nuestros miramientos
sin las anteojeras y miopías de tierras más interiores. Eran envidiables. Pero
ahora resulta que no. De un tiempo a esta parte Cataluña suena rancio, y es una
pena. A la famiglia del antaño molt honorable y demás palaus se ha unido irremisiblemente el
aire viejuno que, para muchos, tiene
el nacionalismo en cualquiera de sus versiones, pues todas abusan de quincallería
como patria, identidad, fronteras y otras afecciones. Cosas decimonónicas que en
lugar de arreglar problemas los barren bajo alfombras de pompa y circunstancia.
No me caben
dudas de que Cataluña sea una nación. Lo he escrito y lo afirmo sin reservas.
Ni dudo de que necesite un nuevo marco de relación con el resto del Estado,
pues las autonomías no dan más de sí en el formato del café para todos. Tampoco
dudo de la enorme torpeza de un gobierno que metió la pata cuando era
oposición, impugnando el Estatut,
después ha ignorado la existencia de tantísimos catalanes descontentos y ahora
aplica eso de “la legislación vigente”, menospreciándolos. O pone un hooligan al frente de su campaña. Pero
eso es política. Y si no se está de acuerdo con la política, lo que no te gusta
es el partido que la lleva a cabo, no el país donde se hace. Creo que a la
mayoría de los españoles no nos parece mal que Cataluña tenga un encaje
especial en el tejido del Estado. Creo que a esa mayoría nos parece bien que
Cataluña sea reconocida como una nación y tratada como tal en un país que se
entienda como compuesto por sentires muy diferentes. Ejemplos hay. Creo en un
país que sería mejor país si fuera capaz de explicarse mejor y dar cabida a la
Cataluña que quieran la mayoría de los catalanes. Si no creyera esto, pensaría
que los catalanes tienen serias razones para irse.
(Publicado en La Nueva Crónica de León, el 1/8/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario