domingo, 20 de diciembre de 2020

Macedonia para navidad

 


En estas fechas de psicodelia social programada por el calendario, las luces de colores y el estrés pretraumático se mezclan este año con la zozobra distópica y el estrés postraumático que arrastramos desde hace meses. Todo se ha vuelto más que líquido, según pronosticara Bauman, gaseoso. Salimos asaz fumados de una realidad que los noticieros avientan hacia el hastío tenso de nuestras vidas, zarandeadas por la indecisión inmóvil del asno de Buridán.

Mezclamos, vaya, y aunque mezclar siente mal al estómago, divierte. Mezclemos. Leo lo del hospital de Ayuso, la reina de corazones de esa su Comunidad y lo visualizo convertido en asilo de militares jubiletas que escriben cartas al rey como quien se dirige a los reyes magos. Que les traigan un golpe de estado, pero uno de los de antes, de cuando eran chiquillos y jugueteaban con sables. No de esos del 5G y el chip de Bill Gates, que no tienen nada de fotogénicos. Y van los Magos de Oriente, con su retranca de magos y de orientales, y les traen un juego de rol para que se lo hagan ellos mismos mientras oyen al Federico y les ponen el sintrón. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/macedonia-para-navidad

    (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 20/12/2020)

domingo, 13 de diciembre de 2020

Cronicón regio, culebrón real

 


Da para mucha ficción la historia, el gran relato. Pero su narrativa funciona si lo colectivo se convierte en biografía individual, familiar o de grupo; con límite de seis, dirían las autoridades sanitarias. Se escoge a los Buendía o a los Bolkonsky, Rostov y allegados. De siempre fueron los reyes materia novelesca presta para esas reducciones. La opción rutinaria proviene del cronicón medieval, surtido de exaltación, ditirambos y heroicos sacrificios por el bien de súbditos algo majaderos. En esa tradición narrativa un monarca inmolaría su infancia bajo la tutela del tirano para gestar con sigilo y desplegar al fin la égida de la democracia sobre la nación agradecida, una libertad defendida después con uñas y medallas si fuere agredida. Se convertiría con los años en magnífico legado de intereses patrios ante tirios y troyanos, mandando incluso callar a bellacos, y acabaría por autoimponerse ostracismo para labrar una nueva dignidad rectificados errores que nunca, nunca, nunca volverían a producirse. Esta forma narrativa no ha caducado, la siguen practicando mil años después los voceros de la identidad territorial o los de la rancidez política, hijos de un mismo padre putativo regio. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/cronicon-regio-culebron-real

   (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 13/12/2020)

 

martes, 8 de diciembre de 2020

Tráfico de arte

 



Cada vez que salgo al campo y oigo en la lejanía el balido de las ovejas y el tintineo cacofónico de los cencerros recuerdo los insólitos proyectos de la galería Tráfico de Arte y su aventurado impulsor, Carlos de la Varga. Entonces el mundo era joven porque éramos jóvenes y el arte contemporáneo entusiasmaba de forma laboriosa y dominical, gracias a autobuses de línea con destino en Madrid y más lejos. Lo más moderno aquí eran cuadros de caballete con ecos de vanguardias añosas ya y una generación que se abría paso contra etiquetas de emergentes, noveles o similares vaguedades y condescendencias. Entonces, un tipo grandullón y algo destartalado abrió un tabuco en la embocadura de Serranos con Torres de Omaña, barrio que motejan “romántico”, con cuatro paredes y una trastienda, un diógenes bien llevado y la romántica -aquí sí- intención de sobrevivir a su propia fantasía. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/trafico-de-arte

   (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 06/12/2020)