domingo, 31 de marzo de 2024

El final de la espera

 


Ha llegado muy pronto, mucho antes de la hora de la consulta porque, aunque ya es un experto en estas citas, sigue sin fiarse. Y menos ahora que han instalado sistemas electrónicos para casi todos los trámites y él es reticente a usarlos, no por torpeza o capricho sino por el desasosiego de no ver un rostro humano que le confirme y pueda auxiliarle. Tras un breve paso por la máquina, que esta vez ha funcionado como debería hacerlo siempre, se sienta a esperar a la puerta del médico. La sala es holgada, de un color neutro, y huele un poco a desinfectante y a pena. Los rodapiés se han descascarillado y las puertas tienen en su parte inferior un refuerzo rallado por camillas o sillas de ruedas tal vez.

Aunque aún hay asientos libres empieza a lamentar el olvido, consciente solo a medias, de una mascarilla. Se oyen toses y carraspeos en medio del silencio y los murmullos, aunque no logra identificar quién los profiere porque aquí nadie se mira más de un segundo. Llegan nuevos pacientes. Algunos preguntan sobre un procedimiento que conocen pero que temen haya variado -¿a intención?- para dejarles fuera de la lista de atendidos hoy. Otros mascullan una respuesta o a su vez interrogan al acompañante en voz muy baja, incluso hay quien duda a última hora de haber completado bien los trámites. Una mujer asoma tambaleándose sobre sus piernas hinchadas, casi deformes, el rostro se le desencaja a cada paso. Cuando se sienta, sonríe a todos como una niña que hubiera logrado una proeza. Una pareja que atraviesa la sala para abalanzarse sobre las últimas sillas libres discute acaloradamente sobre Kate Middleton. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/final-espera_154233_102.html?fbclid=IwAR2WBWkLKsuM9Ngkqle4K-W-bdugJKra8AFbP_3t0N8Rajdx5n2WwqxS_ls_aem_AZ5YSKKgTZMx9EbdOcLiOsU3-SDBevdDNsgfShI27z0HSOvRS5AY1RKr6OE3OklN-bcdHV7z6fgjmyN9SFLqWdeT

       (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 31/03/2024)

lunes, 25 de marzo de 2024

Pasión y muerte

 


Mascarillas caras, excusas baratas, asesores zafios y políticos furibundos arrinconan lo importante. Israel sigue matando. Bombardea, dispara, consume, asfixia, aniquila… a niños, ancianos, mujeres, hombres, recién nacidos, lisiados, enfermos… todos inocentes. A todas horas, por tierra, mar y aire. Los ha encerrado y no da tregua. Ni comida ni agua ni medicinas ni refugio ni respiro. Las víctimas no han hecho nada malo, pero los han recluido y los matan, a algunos fulminados y al resto despacio, con saña implacable. Ya son más de treinta mil muertos y un número incontable de heridos, desposeídos y traumatizados. Una generación entera de odio infinito hacia quienes les torturan sin piedad o justicia. La simiente de un determinado futuro.

Pero no se puede criticar a Israel, porque hacerlo es antisemitismo. Hacerlo, dicen, cuestiona el inmenso sufrimiento de quienes sufrieron en el pasado. Podría pensarse que, como sus antecesores padecieron, ellos pueden infligir padecimientos. ¿Es alguna ley bíblica? No lo sé, no me importa: Israel está asesinando impunemente a decenas de miles. ¿Genocidio? Pongan la etiqueta que quieran a esa evidencia. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/pasion-muerte_153893_102.html?fbclid=IwAR2kRREEKONzmqMshqp0UiYujgSsDfIzMZZi0CKGy-CK2jtvqKleIqUMikg

       (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 24/03/2024)

lunes, 18 de marzo de 2024

Corrupciones

 


Las belicosas redes sociales, la prensa partidaria y las charlas de barra de bar (que vienen a ser lo mismo) confrontan estos días las corruptelas de los dos partidos mayoritarios del país. No hay color, por supuesto, entre el que ha hecho de tal comportamiento modus operandi de su organización (sede en negro, condena judicial a la formación, sueldos bajo mano, ministros en prisión, etcétera) y otro que baja la cabeza cada vez que hay un caso que, por otro lado, no saben evitar en aparato tan enorme y actividad tan susceptible al pelotazo.

Para la sociología política, si eso existe, quedan los distintos gestos y reacciones en cada parte de ese “espectro político”. En el lado izquierdo el esquema es claro: pese a la existencia de tramas lo habitual es la picaresca individual, la conjura de necios chorizos de poco fuelle en que acaba por descubrirse su zafia propensión a lo peor del estilo torrente: marisquerías y burdeles, el tilín de los wiskis… Alguien podría pensar que es falta de costumbre: no saben qué hacer con el dinero y acaban por imitar los peores gags. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/corrupciones_153514_102.html?fbclid=IwAR0vbQLBX5_88xPDB6qWBZCtzVBhJvud9viw2mJcRn0sdSLWTRKTMLunJPg

       (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 17/03/2024)