A mi generación empezó a sonarle Franco el día que murió.
Nos hizo ilusión porque suspendieron las clases y luego nos cabreamos porque la
televisión no cesó de emitir desfiles y velatorios. Teníamos un familiar que brindaba
y otro que quería ir a la cola del Palacio de Oriente. La mayoría disimulaba la
angustia en las cocinas entre susurros y evitaciones. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/franquicia-francisco-franco
(Publicado el 25/11/2018 en La Nueva Crónica de León, en una serie llamada "Las razones del polizón")