domingo, 28 de julio de 2019

Los descansos de Hércules 4. Desbandada con orden y concierto



No se pusieron de acuerdo los mitógrafos ni lo hacen los historiadores sobre el orden de los trabajos hercúleos. No seremos nosotros quienes nos sometamos a la tiranía de esas alineaciones contradiciendo costumbre tan elástica y, por ello, en esta cuarta entrega hablaremos del quinto trabajo según alguna de esas cuentas. En él, Hércules hubo de espantar las aves del Estínfalo, terroríficas criaturas dotadas de garras y alas broncíneas que devoraban las reses y emponzoñaban la tierra con sus deposiciones. Demasiadas en número para las flechas de nuestro héroe. Solo el auxilio de Atenea, la diosa tutelar del semidiós y, no lo olvidemos, de la sabiduría, logró intimidarlas gracias al sonido de un cascabel que las repelía. Imaginemos por un momento a nuestro semidiós de cabecera en este mortificante envite. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/desbandada-con-orden-y-concierto
 (Publicado el 28/07/2019 en La Nueva Crónica de León, en una serie veraniega llamada "Los descansos de Hércules")

lunes, 22 de julio de 2019

Los descansos de Hércules 3. Capturar lo ligero no por ser más veloz



Según un orden que no respetaremos siempre, en su tercer trabajo Hércules capturó a la cierva de Cerinea. Esa fabulosa criatura había escapado a Diana, la diosa virginal de los montes, y, más veloz que las flechas del héroe a quien llevó un año apresarla, en su huida alcanzó el lejano país de los hiperbóreos. El mundo era entonces muy grande. Tanto que en un primer vistazo podría suponerse lo contrario, pues cada nación establecía límites vecinos, imprecisos y sombríos más allá de los cuales imperaban la leyenda y el monstruo, más allá de los cuales sólo los héroes se aventuraban con éxito. El país de los hiperbóreos, el reino de Boreas, viento del norte; el jardín de las Hespérides, no lejos de las columnas que nuestro Hércules levantase, etc. Los confines de un territorio que quizás se juzgue pequeño mirado desde un mapa actual: apenas las riberas de un Mediterráneo espantoso en su negra hondura, apenas una franja de terreno desde la que divisar o intuir el mar. Pero no. Es en nuestros días cuando el mundo empequeñece con celeridad, que toda su extensión se considera conocida, ahora que lo hemos visto desde el espacio, desnudo, limitado, frágil. Ahora que nuevas fronteras tan terribles como aquellas se descubren en la tiniebla del espacio. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/capturar-lo-ligero-no-por-ser-mas-veloz
 (Publicado el 21/07/2019 en La Nueva Crónica de León, en una serie veraniega llamada "Los descansos de Hércules")

lunes, 15 de julio de 2019

Los descansos de Hércules 2. La hidra de muchas cabezas


 
Una vez abatido y desollado el tiempo feroz de nuestros días comunes y envueltos en la nueva piel que nos protege de tareas, compromisos y accidentes varios, nuestro hércules prosaico se enfrenta a la tarea de escoger destino vacacional, esa hidra de múltiples cabezas. Si cortamos o desdeñamos una, muchas otras tomarán su puesto para amenazarnos con innumerables opciones, antes impresas en folletos de colorines, ahora alojadas en pantallas luminosas. ¿Cómo acertar el lugar idóneo donde hender nuestra lanza? ¿Cómo vencer ante la aparente infinidad de extremidades contra las que arremeter? El mito original no nos ayuda demasiado: enseña que una vez seccionadas las cabezas de la hidra de Lerna era preciso cauterizar las heridas para evitar el brote de otro par. Traducido a lenguaje cotidiano: se trataría de viajar a todos los lugares posibles para ir “quemándolos”, o sea, tachándolos de una lista asimismo innumerable. Pero apenas hay vida y, sobre todo, vacaciones, para tal proeza ente los mortales. Debemos escoger. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/la-hidra-de-muchas-cabezas
 (Publicado el 14/07/2019 en La Nueva Crónica de León, en una serie veraniega llamada "Los descansos de Hércules")