Este año no hubo canción del verano (con permiso de “Nos tocan los quiñones”); este año hubo combustión del verano. Los incendios en las tierras ancianas y vacías del noroeste interior y las quemazones del personal en redes y demás sumideros llenaron agosto de tizones, humo y algunas fogatas de pega. Si en los primeros la intencionalidad suele acompañarse de mala baba e ignorancia, los segundos tampoco las escatiman. Y tópicos, tópicos que no cesan y mueven este bonus track de cantinelas del verano.
El cambio climático no es la causa. Como la hipertensión o el colesterol no lo son, estrictamente, de los infartos. Son fermento y catalizador. Por supuesto que aquel no provoca, en sentido literal y fosfórico los incendios, solo los favorece, atiza, amplifica y crea las condiciones para que sean más frecuentes, graves y su extinción mucho más difícil. Pero no usa cerillas, claro.
¿Dónde están ahora los ecologistas? Como si el que tiene un infarto en plena calle después de hartarse a torreznos se preguntara dónde está en ese preciso momento su cardiólogo. ¿Por qué se odia a los ecologistas y no a los cardiólogos? Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/bonus-topicos-incendios-pega_181841_102.html?fbclid=IwY2xjawMrd_RleHRuA2FlbQIxMABicmlkETB0cnZ2UWNQN05UWTJhSnhXAR7xEMaykv6ktzdzvIOQaQDmIIlcUiw2MJgIdI6aozy6PsvUs5y4oQsOTkPj9Q_aem_nvq0GNpFRSd7EZ2XXHG6AQ
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 07/09/25)
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