martes, 22 de abril de 2025

Don't be rude

 


Dos filósofos contemporáneos, Faemino y Cansado, retrataron una actitud en un gag memorable: Faemino fuma en un lugar donde está prohibido y Cansado, con la gorra de plato signo de su autoridad, le insta a no hacerlo. Sin embargo, el fumador primero niega tener el cigarrillo que vemos humear en sus dedos, después afirma que no es suyo y que lo fuma solo para que no se apague, para acabar diciendo que enseguida acaba y, con esa dilación, terminarlo. Ninguno pierde las formas en ningún momento.

Esas argucias de salón no están de moda ya; el truco ahora consiste en achacar a los demás exactamente aquello de lo que adoleces. Proyectar, le dicen, o, más en plata, dar la vuelta a la tortilla. De ahí que veamos tantos zumbados empleando jergas científicas para defender estupideces medievales con el argumento de que todo el mundo tiene una opinión o una política basada en negligir, escaquearse y, luego, ofenderse con los demás. El síndrome de El Ventorro. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/don-be-rude_172586_102.html?fbclid=IwY2xjawJ0JlNleHRuA2FlbQIxMABicmlkETBGa1RVRFRxbHp0Tlg3YVM1AR6OUyQmRL9yilCgR-W4yI7F4WgTzXVxWJPZmZVe6Vyz8lh1hC4MiyfXDfHieA_aem_hz5WQ7ypgfWAdArwnVPQLA

      (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 23/03/25)

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