¿Jugamos a las diferencias? Juguemos a pruebas que todo explican sin explicar nada, juguemos solo por pasar el rato.
La prueba Génova. Ahora que Colón es de cualquier parte se habla poco de Génova. Pero esa calle de Madrid tiene de todo: hay tribunales superiores, fiscalías y audiencias en sus inmediatas bocacalles y, coronándolo todo, un edificio entero y verdadero que rebrotó -ay- del dinerito negro de un partido gordo. No parecen enterados los juzgados vecinos ni los manifestantes que frecuentan Ferraz. Cachis.
La prueba Aznar. El líder con más ministros en chirona o en el juzgado se permite seguir sermoneando y regañando. Esto ya lo vimos en las pelis de Coppola.
La prueba M. Rajoy. ¿Quién será?
La prueba Casado-Ayuso. Hay dos maneras de proceder: o se echa al corrupto o se echa al chivato. Cada una define al grupo.
La prueba Giulio. La famosa frase del señor Andreotti afirmaba que en la corrupción hispana “manca finezza”. En el saqueo de lo público, deporte del que tantas enseñanzas llegan del bel paese, las cuñadeces machistas y burdeleras del personal patrio desbordan cualquier escala, Richter o no. Aún se mesa los cabellos del capó craneal Santiago Segura por no haber acuñado en ninguna entrega de Torrente el “volquete de putas” que el Consejero de Presidencia, Justicia e Interior (nótese la tríada) de la gran Espe, señor Granados, soltó en pleno fervor hormono-celebrativo. “La Carlota se enrolla que te cagas” es triste duplicado sin gloria léxica. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/juego-diferencias_177787_102.html?fbclid=IwY2xjawLF0clleHRuA2FlbQIxMABicmlkETBKb2x5aTlXUW5PSnpEYUFoAR4G269Lr7LKIKoACV_BjG5kvBDB42Q7S60pW5ejqnMp-YOLONxY7Y8SYnf01Q_aem_J4GVyhJYDkdQz-dY7C_Hfg
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 22/06/25)
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