Se nos ponen por delante unas semanas de crónica política: vayamos al tajo sin demora con una serie de circunstancias cuyo título fecha el evento, para despejar dudas. Comenzamos por el Partido Socialista porque -a menudo se olvida- ganó las últimas elecciones. Ganó de mentiras, sin gobernar, que es como ser el guapo y no conquistar a la chica. Aunque la chica fuera un señor calvo y con barriguita especialista en digestivo.
El pobre candidato (palabra que, recordemos, comparte raíz
con cándido) se quedó con la misma pose de circunstancias desde entonces: quizás
rumie que haga lo que haga dará igual. A
menudo se le nota esa melancolía a cara de Pirro, una especie de resignación
política con la que no se va a ninguna parte. Hasta las mociones de censura le brotan
fuera de temporada, abandonadas, mustias. Apenas recuerda nadie que érase una
vez gobernaron ellos, en la prehistoria de la autonomía, cuando se dimitía por
nada y luego había sido, en efecto, por nada. Desde entonces no se dimite
nunca, por si acaso. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/idus-de-febrero-1-en-el-peor-de-los-mundos-posibles
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Idus de febrero", el 16/01/2022)
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