Las certezas colectivas flojean con las desventuras y el vacío que provoca su desalojo se colma de inmediato con supersticiones y engañifas promovidas por mercachifles y aventadas por incautos.
Entre los escombros del pensamiento ilustrado solían
florecer teorías abstrusas, opúsculos más o menos gustosos y metafóricos y todo
tipo de entretenimientos performativos cultivados por santones que, sin
embargo, rehuían cualquier aproximación o similitud con iluminaciones de corte
medieval o fundamento supersticioso. La confrontación de los bloques políticos mundiales
fomentaba la tensión dialéctica y el raciocinio mantenía el tipo. A falta de
algo más sólido, íbamos tirando. Sin embargo, con el predominio arrasador de la
globalización neocon nuestros tiempos líquidos se definen por el afloramiento
de líderes entregados al sentimentalismo, a las tripas, para articular discursos
tonantes y fugaces como los fuegos de artificio. Después solo huele a pólvora. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/con-un-chis
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 28/06/2020)
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