domingo, 3 de marzo de 2024

Bloquee que algo queda

 


Criado en la generación anterediluviana -antes de las redes sociales- se me hace bola que el discurso político se ciña a los caracteres de Twitter, ahora llamado risiblemente equis. Para mí que la necesaria concisión y la carencia de aportes expresivos de la comunicación verbal y física son parte no menor de la crispación política y la falta de entendimiento generalizada. Llama también la atención, por otra parte, la oficialidad que se le atribuye a los mensajes tuiteros si pertenecen a cargos públicos. Se diría que uno debe reposar el tuit como si preparase discurso de investidura o elogio fúnebre.

De estas memeces reticulosociales derivan después sorprendentes noticiones como los que se refieren al comportamiento en esos foros de alguno de sus titulares. Hablemos de Óscar Puente, ese demonio. Puente pone enferma a buena parte de la derecha de este país y a la práctica totalidad de la llamada fachosfera porque tiene lo que en privado llaman bocachancla y en público también. Se atreve a decir verdades del barquero con un tono llano y a menudo directo como si no le importara el código de la circulación parlamentario. Donde los demás afirman “falta a la verdad” él dice miente. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/bloquee-algo-queda_152688_102.html?fbclid=IwAR0HS1mLEaAfrC_v_g4Givbe0PsPISc5ts41aGmLsyv1p-h1-NWU19lBLhc

      (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 03/03/2024)

 

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