sábado, 16 de mayo de 2015

Estrategias



 
Pedir el voto conduce al ridículo o al disparate. Gente que aborrece a los niños los besuquea sin pudor, se deja fotografiar con personal al que desdeña en lo más íntimo (lo notaremos en cuanto pase este rato) o realiza actividades a las que su cuerpo, su mente o ambos renunciaron hace años o para las que nunca tuvieron consideración (montar en bici a lo Verano azul, por ejemplo). Profieren simplezas y corren como pollo sin cabeza gritándonos a todos, como queriéndonos abroncar por algo que han hecho ellos. Aunque... quizás tengan razón: la culpa de que lo perpetraran debe de ser nuestra. El espectáculo es chusco y, a veces, cómico, pero sólo porque este ratito simulan estar a nuestra merced.
Y cada campaña se resume en una acción predominante, un verbo que condensa y sentencia. El candidato de Ciudadanos, por empezar por el más joven, divaga. Hace gala de su bisoñez y una alarmante logorrea proponiendo ocurrencias a destajo, a cual más grotesca, en un intento por mantener tensión en sus expectativas, no sea que se desinflen en cuanto descubramos que es Milli Vanilli. Podemos titubea. Hace equilibrios entre la versión que asusta a los de siempre y da cuartelillo a Inda (Marhuenda se da cuerda solo) y una que deja indiferentes a los que están hartos de los de siempre. En el socialismo, se avergüenzan. Sánchez se esconde de Zapatero como si quemase y Susana Díaz se esconde de Sánchez por si se quema. Demasiado caloret faller para tan poco fuego. Los peperos, por su parte, cuando bajan de la bici, mienten. Y de tanto repetir falsedades pretenden credibilidad, como si el votante tuviera la misma memoria que Dory, la pez que buscaba a Nemo. Como si hubieran gobernado otros, gente que no son ellos. Esperanza Aguirre, según dice, siempre ha estado en la oposición; y Herrera, tan espontáneo, sólo pasaba por aquí... Izquierda Unida sigue perdida en su archipiélago gulag particular y de UPyD, como de Gurb, no hay noticias. En resumen, la risa. De momento.
(Publicado en La Nueva Crónica de León el 16/5/2015)

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