lunes, 3 de febrero de 2025

Distancia ética

 


Por supuesto que creo en la superioridad moral de la izquierda democrática. Cómo no. Un sitio político que antepone el bienestar ciudadano a los negocios, la libertad individual y las diferencias a la imposición de estereotipos, la salvación del planeta a los intereses productivos, el respeto a toda creencia a los dogmas religiosos, la justicia social frente al clasismo, el reparto de la riqueza a la avaricia, la igualdad de oportunidades a los privilegios de la sangre o el dinero… es mi lugar. Quienes cuestionan esa superioridad lo hacen siempre con argumentos como la eficacia, la rentabilidad o el ventajismo, que, por supuesto, no son argumentos humanitarios. Ni siquiera constitucionales, si nos ponemos legalistas.

De la misma manera que existe un catálogo de fracasos e intentos de esa izquierda que han logrado lo contrario de lo que pretendían, hay multitud de pruebas de esa preminencia. Las hay éticas, políticas, ideológicas, sociales, económicas, estratégicas, etc. Y las hay cotidianas y muy visibles, en medidas sociales como las que acaban de impedir las derechas en el Congreso español o en muestras de comportamiento ante un asunto de Estado. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/distancia-etica_169323_102.html?fbclid=IwY2xjawINXbFleHRuA2FlbQIxMAABHdP2jxyn-NKQiv7WvT8PmeAYCLm-yilNBwmiNh_qB9dE6-Kgz6XDh8wCeA_aem_Txn0y8V7ylOytsQkcdISoA

                (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 26/01/25)

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