Afirma el presidente del gobierno en una entrevista que es
hora de revisar la inviolabilidad del monarca ante la ley, que quizás sea un
concepto caduco. Y no. Lo que es caduco es la monarquía en sí, pero la
inviolabilidad es consustancial, porque sin ella decae la majestad, se derrumba
la última distinción que hace de la monarquía algo contrario a una ley que dice
reconocer a todos iguales ante ella. Hablamos de una institución fundamentada
en la preeminencia y el imperio de ciertas personas por razones de sangre, por un
designio divino en origen, algo ajeno a nuestro sistema de valores. O es por la
gracia de un poder ultraterreno o la monarquía no puede ser; o está por encima de
lo que limita a los demás seres humanos (y también de los propios humanos, pues
el rey no es su par) o forma parte de ellos y, entonces, no cabe sea su rey. Ser
superior o nada. Con la cabeza del primer rey rodaron las de todos ellos, despojarle
de su inviolabilidad supone dinamitar su privilegio, la última frontera. A ver
si la pasamos pronto. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/inviolabilidad-violada
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 24/10/2021)
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