Terminamos. Para los puristas que tal vez esperaban la
docena de los trabajos míticos (y su reverso en forma de descansos prosaicos) recordaremos
que en su momento Euristeo encargó al superhombre de Tebas solo una decena. Sin
embargo, una vez cumplidos, dos de ellos fueron cuestionados por las ayudas
recibidas en su realización, y el rey de la Argólida añadió dos tareas más, un
poco por tocar las narices al héroe. Puesto que en nuestro humilde caso las asistencias
no entran en discusión, mantengámonos en diez sin estirar el verano, que es
propósito estéril, y más en León. Y basta de justificaciones, que nadie las
pidió. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/un-final-siempre-es-un-principio
(Publicado el 08/09/2019 en La Nueva Crónica de León, en una serie veraniega llamada "Los descansos de Hércules")
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