El Comune de
Venecia ha instalado unos tornos en los puentes que dan entrada a la ciudad
para impedir el acceso de turistas cuando estén saturados sus espacios más
concurridos. Será una especie de Acqua
alta, pero con mochilas y bermudas. En el paraje arqueológico de Las Médulas
aún no han sido capaces de regular las visitas eficazmente tras más de veinte
años con la vitola de Patrimonio mundial de la UNESCO, a pesar de tantos
documentos, reuniones, gerencias y hermanismos. Son solo dos ejemplos, pero nos
sitúan ante uno de los problemas acuciantes de nuestros días, más aún en un país
entregado al turismo como industria esencial y en alza: el de la gestión de los
recursos patrimoniales ante el incremento desbocado de la demanda y las
limitaciones impuestas por las características del muy específico producto que
se ofrece: es delicado, es único y está enraizado. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/codicia-en-masa
(Publicado el 06/05/2018 en La Nueva Crónica de León, en una serie llamada "Las razones del polizón")
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