¿A quién no le gustaría ser un protagonista de la serie Friends? Son simpáticos, guapos, neoyorquinos y siempre encuentran libre el único sofá de la cafetería. O de Big Bang Theory, frikis que ligan. Gratifican mucho las series. Nos hacen partícipes en entregas de vidas y entornos que querríamos nuestros y nos dejamos convencer por el lustre de su puesta en escena y caracteres. El embeleso es mayor cuanta más verosimilitud aparentan, cuanto más se apartan de la realidad sin abandonarla del todo. Un publicista apuesto a lo Mad Men o un delincuente melancólico a lo Peaky Blinder nos parecen irresistibles.
Luego apagas la tele, abres el periódico o las redes y te topas con Martínez el Facha. Historieta firmada por Kim y publicada por “El Jueves”, “Martínez el Facha” está protagonizada por un grupo de personajes que hoy llamaríamos ultraderechistas. Divertía porque se surtía de andanzas basadas en un tipo de gente en retirada, franquistas vetustos y fuera de lugar sin pudor en alardear de ello. Era como cachondearse de los romanos de Astérix. Poco podía sospecharse que se trataba de una serie de ciencia ficción, un cómic sobre el futuro. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/martinez-facha_158325_102.html?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTAAAR2GXpADeRNrR_gPLJnO23W6772JVQXmbjm0j_TSLt_dLVzQP1gWufTlzQs_aem_ZmFrZWR1bW15MTZieXRlcw
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 16/06/24)
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