Durante lo peor de la pandemia hubo una cierta exaltación del bar tal que una suerte de edén perdido. Todos tenemos uno o varios donde nos encontramos a gusto y eso no significa nada censurable, al contrario. También es cierto que se han ido convirtiendo en lugares más acogedores y respirables, donde se asiste a menos bochornos y se oyen menos disparates que hace décadas. Estos se han expatriado a las redes sociales, de forma que uno tiene que escoger leerlos o no pero al menos no están al otro extremo de la barra, vociferados por energúmenos, como solía ocurrir. Los energúmenos se cortan un poquito en los bares y eso es un avance. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/el-bar-de-las-cortes
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 29/05/2022)
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