- Maestro don Antoni, le he oído contar que en lo profesional sus sinsabores más amargos (y tiene muchos usted), sucedieron allende Cataluña…
- Ah, pequeño llagost, fuera aparte la Sagrada Familia, que sigue dándomelos, con el espantall en que la han convertido, en lo de León sufrí lo mío y lo del Pilós. Solo fui allí por paisanos, amigos y conocidos, como de costumbre hice y hacen muchos. Primero por el Bisbe, obispo que fue de Astorga, tan compadre, mi paisano el Grau i Vallespinós (aunque él era de Reus y yo, como sabes, no), cómo siento haberlo dejado a medias.
- Pero no fue su culpa.
- Aborrezco dejar cosas a medias. Más que
diseñador soy artesà y los artesanos acabamos lo que empezamos, salvo fuerza
mayor. Topé con una iglesia pixapins y
un cabildo que fue moderno cuando san Fructuoso. Arqueología. Yo haciendo un
palacio medieval y lo medieval eran ellos. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/un-tranvia-llamado-historia
(Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Las siete maravillas del mundo leonés", el 23/08/2020)
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