No es el verano tiempo de sesudas reflexiones sobre casi nada, QED. Y
mucho menos sobre los dañinos cambios que estamos infligiendo al planeta,
precisamente en el momento en que más disfrutamos de sus dones. Pero da la
casualidad de que también este es el momento en que sufrimos algunas de esas
consecuencias en mayor medida. El calor, por ejemplo. Pese a sabios de la
categoría de Donald Trump y el primo de Rajoy, nos enfrentamos a rapidísimas trasformaciones
que pueden convertir nuestro mundo en un infierno, literalmente. Las
temperaturas más altas constatadas por termómetros recorren todos los años del
polo al ecuador. Más palpablemente en verano. Esto por el lado de los desastres
climáticos, que son legión. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/los-vertidos-son-para-el-verano
(Publicado el 11/08/2019 en La Nueva Crónica de León, en una serie veraniega llamada "Los descansos de Hércules")
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