lunes, 29 de septiembre de 2025

Prensa juvenil

 


Se echan manos a cabezas y mesan barbas a propósito de las manipulaciones de la realidad (o la verdad, como pretenden llamarle) que se cuecen en las redes, inteligencias espabiladas y demás arcanos digitales para la generación tecnopléjica. Que si los chavales se pasan al lado oscuro, donde fermentan las burradas de Vox y sus sombríos esbirros, que si se informan en cualquier albañal o garito de influencer que solo sabe de geografía dónde está Andorra, que si les importa un ardite -¡un ardite!- lo que a otros tanto interesa… Hay programas televisivos que se recrean en la supuesta ignorancia de los jóvenes a base de entrevistas callejeras a salto de mata. Lo habrían podido filmar en cualquier época con idénticos resultados, pero resulta confortable cachondearse de los jóvenes, venganza triste de viejos.

A lo que vamos, que los muchachos no leen la “prensa seria”, donde, con seguridad, hallarán noticias de verdad y podrán informarse fehacientemente. O no. Quizás pudieran si superasen la furia por el clickbait, ya saben, el titular a lo Club de la comedia para lograr un clic de ordenador que contabilice en la estadística. Del tipo: “Un leonés, obispo de Nueva York”, que luego lees y resulta que su tatarabuelo era de Tejerina. O las reescrituras para corregir bulos no contrastados o información sesgada, que convierten sus webs en intangibles y tornadizos palimpsestos. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/prensa-juvenil_183099_102.html?fbclid=IwY2xjawNIU-xleHRuA2FlbQIxMABicmlkETAwa3FBRkhIWmp1a3l5ajBjAR6fUPrhoONSmdCEiSKzvMjv825SlCAW8dJiZPUj_NWuBwWcand5xQPIxyfeXA_aem_5Ou7iZJHOBKhGvqhyaYcGA

                (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 28/09/25)

domingo, 21 de septiembre de 2025

Las propiedades de la libertad

 


Resulta que cancelar era facha, no woke. Qué sorpresón. Resulta que toda esa gente de bien que insistía en las cancelaciones wokes (o progres) insistiendo en la falta de libertad de estos tiempos, que ya no se puede decir lo que se decía en los ochenta o “antes”, ese antes indefinido, a lo mejor era porque les llevan la contraria públicamente y no les gusta. Gente como Mariló Montero o Miguel Bosé explican que ya no se puede hablar mientras lo hacen en hora de máxima audiencia (o prime time), porque lo que decían antes (ese antes mitológico) no se lo criticaban más que en la barra del bar y no lo escuchaban, o acudían a “cadenas amigas”. Ahora les llegan las críticas y a nadie le gusta que lo critiquen. La libertad de que les critiquen les parece censura: la libertad ajena “cancela” la suya.

Sucede que la libertad gusta mucho a esa gente solo cuando la ejercen ellos. Habrá incluso para quien no dejará de ser curioso que los adalides de la libertad cierren programas y despidan a presentadores en los Estados Unidos de don Donald porque no les gusta un chiste o les ha parecido hiriente una sátira. Cogen entonces el teléfono con toda libertad y amenazan con libérrimas represalias al dueño de la cadena si no se despide -no digamos cancela, eso tan woke- a tal o cual empleado: que no salga más en antena, déjenlo libre. Hasta es posible que alguien se sorprenda al conocer las prohibiciones de exhibir la bandera de un país invadido en el Madrid de doña Isabel, donde antes se exhibían sin problema banderas de otro país invadido. Hay países y países. Y libertad de invadir. Y de matar. Vista así la libertad es un fenómeno físicamente previsible: funciona solo en un sentido y tiene un punto de ebullición y una reactividad notorios. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/propiedades-libertad_182659_102.html?fbclid=IwY2xjawM9xshleHRuA2FlbQIxMABicmlkETA2TG4zb1ozNE9DRFpKSXpTAR525qWajm8poXCt2lAZrze1_anQNRf3ohO_I_rIrnlJlEe7S5iuHnfWAha0iw_aem_o9o0PYX5j5wcQNLd-Bp3RQ

                (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 21/09/25)

domingo, 14 de septiembre de 2025

El gusto es suyo

 


Se suelen hacer lenguas sobre la riqueza léxica del español y la antigüedad de su gramática, la primera lengua romance en tenerla. Por eso llama la atención que el alcalde de Madrid atribuya el uso de la palabra “genocidio” a una única masacre étnica programada, la del pueblo judío durante el nazismo, y se resista a aplicarla a las demás, en particular a la que está sucediendo delante de sus narices en Gaza. Debe de ser un error de vocabulario. No hay más que consultar el diccionario de la Academia, que brinda una sola acepción: Del gr. γένος génos 'estirpe' y -cidio. Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad.

Tampoco escoge alternativa a pesar de tanto sinónimo como registra el mismo diccionario (a saber: exterminio, etnocidio, exterminación, holocausto, pogromo, matanza, masacre). El alcalde de Madrid no encuentra palabra para definir qué está sucediendo en Gaza, no sabe cómo llamar a la aniquilación sistemática de decenas de miles de inocentes, veinte mil niños entre ellos, y la tortura, hambre y degradación de cientos de miles. La única aclaración que ofrece Martínez Almeida es que lo que allí sucede “no le gusta”, como si el hecho de “no gustarle” fuera suficiente para reprobar o, cuando menos, definir esa carnicería, al mismo nivel, digamos, que una derrota de su Atlético. Es curioso esto de los asesinatos en masa, porque hay a quien le han empezado a “disgustar” hace poco, aunque se resista a calificar ese disgusto, como es el caso de Feijoo, y a quien no acaban de “incomodarle”, porque lo lleva a cabo el “amigo israelí” (Ayuso). Los amigos son los amigos. Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/gusto-es-suyo_182217_102.html?fbclid=IwY2xjawM0i0JleHRuA2FlbQIxMABicmlkETB6c0s1RkRvaHZwNG5uc2FlAR661G0tt7VK7oWRpKckMoRfu0ojRPmR0Kn_pzu1CfQ88AfHogoRPBY9J90S9w_aem_UASYwJlqWaRlD8vUwXSHfw

               (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección titulada "Las razones del polizón", el 14/09/25)

lunes, 8 de septiembre de 2025

Bonus tópicos: Incendios de pega

 


Este año no hubo canción del verano (con permiso de “Nos tocan los quiñones”); este año hubo combustión del verano. Los incendios en las tierras ancianas y vacías del noroeste interior y las quemazones del personal en redes y demás sumideros llenaron agosto de tizones, humo y algunas fogatas de pega. Si en los primeros la intencionalidad suele acompañarse de mala baba e ignorancia, los segundos tampoco las escatiman. Y tópicos, tópicos que no cesan y mueven este bonus track de cantinelas del verano.

El cambio climático no es la causa. Como la hipertensión o el colesterol no lo son, estrictamente, de los infartos. Son fermento y catalizador. Por supuesto que aquel no provoca, en sentido literal y fosfórico los incendios, solo los favorece, atiza, amplifica y crea las condiciones para que sean más frecuentes, graves y su extinción mucho más difícil. Pero no usa cerillas, claro.

¿Dónde están ahora los ecologistas? Como si el que tiene un infarto en plena calle después de hartarse a torreznos se preguntara dónde está en ese preciso momento su cardiólogo. ¿Por qué se odia a los ecologistas y no a los cardiólogos? Seguir leyendo: https://www.lanuevacronica.com/opinion/bonus-topicos-incendios-pega_181841_102.html?fbclid=IwY2xjawMrd_RleHRuA2FlbQIxMABicmlkETB0cnZ2UWNQN05UWTJhSnhXAR7xEMaykv6ktzdzvIOQaQDmIIlcUiw2MJgIdI6aozy6PsvUs5y4oQsOTkPj9Q_aem_nvq0GNpFRSd7EZ2XXHG6AQ

                   (Publicado en La Nueva Crónica de León, en una sección de verano titulada "Tópicos", el 07/09/25)